La escultura ‘Ola a ritmo de Txalaparta’ de Agustín Ibarrola se convierte en la Vía de unión entre Segovia y el País Vasco, a las puertas de la estación de Ave Segovia-Guiomar.
Hasta el momento, la obra, que representa una secuencia musical, ha sido disfrutada por los viajeros de la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor.
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Adquirida al escultor vizcaíno en 1987, está integrada por 21 traviesas elevadas con diferentes ángulos y alturas, ancladas mediante varillas o varillas de avellano a 72 traviesas o listones que forman la base central, que se encuentra colocada sobre la base inferior formada por dos vigas de madera y un tramo de vía compuesto por dos raíles de hierro y 31 traviesas.
‘Ola a ritmo de Txalaparta’ evoca el ritmo del instrumento vasco empleado en su origen para comunicarse a través de los valles.
De este modo, un elemento natural, como es la madera de árbol, actúa a la vez como materia industrial y musical, uniendo la comunicación rodada con la sonora.
La escultura se ha colocado a las puertas de la estación de Ave Segovia-Guiomar, gracias a su traslado realizado en coordinación con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.