Una ‘marea morada’, formada por entre 35.000 y 45.000 personas según distintas fuentes, volvió a salir este 8 de marzo a las calles de las principales ciudades de Castilla y León para, aprovechando la celebración del Día Internacional de la Mujer, levantar la voz y reclamar una igualdad real entre hombres y mujeres, así como la eliminación de la brecha salarial o la violencia de género, que cada año se cobra la vida de decenas de mujeres. El coronavirus no restó afluencia a estas marchas que volvieron a ser en su mayoría multitudinarias.
Con el color morado como protagonista en las pancartas, carteles e incluso complementos de muchos de los manifestantes, como símbolo de la lucha feminista, los actos reivindicativos se sucedieron desde primera hora de la mañana y las manifestaciones recorrieron las principales calles de las grandes ciudades de la Comunidad durante toda la jornada. Por la mañana fue el turno de Ávila, Palencia, Salamanca, Soria y Valladolid, mientras que las movilizaciones tuvieron lugar por la tarde en Burgos, León, Segovia y Zamora.
La manifestación más multitudinaria fue la de León, donde 12.000 personas, según fuentes de la Policía Local y 4.500 según la Subdelegación del Gobierno, salieron a la calle a ritmo de batucada, con decenas de pancartas y cientos de carteles con frases reivindicativas y coreando lemas a favor de la igualdad. ‘Si nosotras paramos, se para el mundo’, ‘Sin puteros no hay trata ni prostitución’, ‘Por la igualdad y contra la violencia machista’ son algunos de los mensajes que se podía leer en una sonora y colorida marcha que partió de la plaza de Guzmán para concluir frente al Parador de San Marcos.
No le quedó a la zaga la manifestación de Ponferrada, donde más de 3.000 personas secundaron la convocatoria bajo el lema ‘Revuelta feminista’con el mismo fin para recorrer las calles más céntricas de la capital berciana y pedir que se materialice la igualdad, en todos los ámbitos, entre hombres mujeres.
En Salamanca, unas 8.000 personas, según los datos aportados por la Subdelegación del Gobierno, se unieron este 8M, a pesar de la lluvia. La protesta comenzó a las 12 horas en la plaza de la Concordia para recorrer las calles de la ciudad y reclamar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, esta vez “con más retos que nunca”, como rezaban las pancartas y las aclamaciones. Ataviados con camisetas, lazos morados y símbolos feministas pintados en las mejillas, la marcha celebró “la fuerza del feminismo que pone la vida y las personas en el centro de la existencia”, según señalaron responsables del movimiento feminista.
En Valladolid, unas 3.500 personas, según los cálculos de la Policía Nacional, salieron a la calle en Valladolid, con la presencia de numerosos colectivos sociales, sindicales y feministas para reclamar el reconocimiento de la igualdad real para las mujeres, el fin de la violencia de género y el fin de la brecha salarial para este colectivo. La manifestación, que partió de la plaza de Fuente Dorada, desde donde recorrió el centro de la ciudad antes de finalizar en la plaza de Portugalete, estuvo encabezada por la pancarta en la que podía leerse ‘Feminismo. Fuerza imparable’ y durante el recorrido pudieron escucharse gritos con este mismo lema, además de otros como ‘Vamos a dejar las tareas del hogar’, ‘Así, así, ni un paso atrás’ o ‘Que no tenemos miedo’, entre otros.
En Zamora, más de 2.500 personas reivindicaron una sociedad igualitaria en una jornada que empezó a mediodía con varias actividades realizadas en la plaza de la Constitución y la primera lectura del manifiesto feminista. La concentración se formó en la plaza de La Marina a las 18.30 horas y la comitiva partió una hora después, formada por unas 1.500 personas, y discurrió por las calles del centro de la capital zamorana. Durante el recorrido se sumaron más de 1.000 personas hasta llegar a la plaza Mayor, donde se leyó el manifiesto.
La convocatoria de la Coordinadora Feminista de Burgos fue secundada por unas 9.000 personas -5.000 según la Subdelegación del Gobierno- que lucieron numerosas pancartas entre las que se podía leer ‘No soy una princesa, soy una dragona’ , ‘Mujeres plantando cara al fascismo. Feminismo o Barbarie’ o ‘Juntas y organizadas en la revuelta feminista’.
Un grupo de mujeres se dirigieron al alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, que estaba acompañado por el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, y le reprocharon su presencia, tanto por su condición de hombre como de político. Otras presentes, sin embargo, reconocieron que eso no era “feminismo”. “Ni me molesta él, ni los hombres, os necesitamos”, indicaron. También en Aranda de Duero unas 500 personas se manifestaron este 8M.
Otras provincias
Unas 1.500 personas integraron la marcha en la ciudad de Palencia, donde se exhibieron pancartas en las que se podía leer ‘No al patriarcado’, ‘El polvo es cosa de dos’ o ‘Nos están asesinando’. De nuevo la música y el color morado se adueñaron de las calles más céntricas por las que se manifestaron dirigentes de los sindicatos y de partidos, como la socialista Mari Luz Martínez Seijo.
También unas 1.200 personas acudieron a la manifestación del 8M de Soria, que transcurrió a ritmo de tambores por el centro de la ciudad y con un ambiente de fiesta por la igualdad. La marcha, además, atravesó la plaza de las Mujeres de la capital soriana, con el morado por bandera.
En Ávila, unas 1.200 personas, convocadas por la Plataforma Feminista, se manifestaron ‘Unidas fuertes, feministas siempre’ para reivindicar la lucha por una igualdad real y efectiva. La marcha dio comienzo después de la celebración de una ‘performance’ sobre la lucha por los derechos de la mujer a lo largo de la historia en la que se escucharon mensajes como ‘Paz y rosas’, ‘Hacemos el mismo trabajo, exigimos el mismo salario’ o ‘Que viva la lucha de las mujeres’.
Además, desde la localidad abulense de Piedralaves, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, resaltó el esfuerzo, trabajo y superación en el día a día de tantas mujeres invisibles” de Castilla y León, cuyo papel “hay que reivindicar en días como hoy”. Además, reconoció que “se ha hecho mucho en materia de igualdad”, pero consideró que “hay que seguir haciendo mucho”, porque “hay un buen punto de partida, pero no es un punto de llegada”.
La misma afluencia se contabilizó en el caso de la capital soriana, donde además se animó a los vecinos a colocar una tela o una prenda morada en los balcones, ventanas o escaparates, para respaldar y dar visibilidad a la protesta feminista, que partió de la plaza Mayor ante la convocatoria del Consejo Municipal de la Mujer.