La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo de Segovia, Claudia de Santos, comprobó hoy la finalización de los trabajos de consolidación de una roca de grandes dimensiones de la muralla en la zona de la cueva de la Zorra. La actuación, valorada en 68.397,64 euros y cofinanciada por el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura, ha facilitado la apertura de una senda que permite contemplar las huellas de la antigua cantera y restos arqueológicos que se remontan incluso al siglo IV antes de Cristo.
El proyecto, en concreto, se ha centrado en la consolidación de una roca inestable de grandes dimensiones en la ladera Norte de la fortificación, próxima al Alcázar, bajo el acceso a la cueva de la Zorra. Primero se apuntaló la roca con una estructura metálica para acometer los trabajos con seguridad, y se ejecutaron ‘in situ’ los micropilotes, de 150 milímetros de diámetro armados con tubo de acero de 120 milímetros. Las cabezas de los pilotes se ataron con un zuncho de hormigón armado y sobre esta viga se apoyó el muro de mampostería que sustenta la roca.
La senda conecta el paseo de San Juan de la Cruz con la escalinata de la cueva de la Zorra, que une el recinto amurallado y el puente de la Castellana, que da acceso al antiguo arrabal de San Marcos y al santuario de la Fuencisla. Las obras de acondicionamiento de la escalinata se ejecutaron en 2011, dentro del ‘Proyecto de Recuperación del Patrimonio Histórico de Segovia para su mejor uso turístico’, cofinanciado al 50 por ciento por el Ayuntamiento y la Unión Europea.
La fecha exacta en la que se construyó el camino y la escalinata se desconoce. Francisco Coello, ayudado por Pascual Madoz, realizó en 1849 un levantamiento planimétrico de la ciudad de Segovia; en el lienzo norte de la muralla no se observa ninguna abertura, lo que hace sospechar que el camino y escalinata debieron de generarse con posterioridad, posiblemente a causa de un derrumbe de la muralla provocado por la inestabilidad geológica de la roca caliza en la que se asienta la fortaleza.
La escalinata conduce a la cueva de la Zorra, antigua cantera de ruedas de molino que cesó su actividad debido a un derrumbe de roca. Para evitar el riesgo que podría suponer otro desprendimiento a quienes pasaran por la escalinata, se ha consolidado la bóveda de la cueva, se ha levantado un muro de mampostería reforzado con vigas de hormigón armado y se ha revestido con un muro de gaviones de piedra. El acceso libre al interior de la cueva está restringido por una puerta que, no obstante, permite el paso de las aves y murciélagos que la habitan.
Segovianos y visitantes pueden ahora acceder desde el alcázar al valle del Eresma por dos vías diferentes. Bajando la calle Pozo de las Nieves y atravesando la puerta de Santiago; y por este nuevo camino que permite al caminante observar restos arqueológicos que van desde el siglo IV antes de Cristo. hasta el XX.
Foto: Ical