La brass band segoviana ‘El Puntillo Canalla’, con sede en la Estación de El Espinar, aprovecha este atípico verano para el mundo de la cultura y los espectáculos para ensayar un nuevo repertorio de música de calle, adaptado a las nuevas circunstancias marcadas por el COVID-19. “Relajar los decibelios con temas igualmente alegres pero no tan efusivos”, sostiene su portavoz, Carmen García Mecerreyes.

Bajo la premisa de reintepretar, concebir la música de calle de otra manera, los integrantes de ‘El Puntillo Canalla’ apuestan por seguir divirtiendo y transmitiendo optimismo y buen rollo pero con temas más para escuchar que para bailar. “La formación tiene solistas muy buenos que hacen improvisaciones y vamos a hacer las cosas de otra manera”, detalla Carmen García Mecerrayas.

La primera participación de ‘El Puntillo Canalla”, tras la finalización del estado de alarma, fue hace 15 días, en la villa de Cuéllar, en Festeamus. No esconde que fueron algo intranquilos y nerviosos por la incertidumbre que ha creado el coronavirus. “Todo es muy nuevo. Gente sentada en sillas delante de nosotros con la mascarilla puesta, pero dieron en el clavo y lo hicieron muy bien”, resume. La música y el espectáculo deben continuar, cumpliendo con las distancias interpersonales y evitando las grandes aglomeraciones en los festejos, sin grandes muestras de alegría, en definitiva, “disfrutar la música de otra manera”.

Una idea que están poniendo en marcha ante un verano en el que, de momento, no hay nada previsto y aprovechan para poner a punto su nuevo repertorio y el nuevo espectáculo. “Aprovechamos ahora para ensayar al tener la suerte de que nuestro local es una casa de pueblo, en La Estación de El Espinar, y tiene un jardín muy amplio”, explica Carmen. Horas de ensayo, mientras esperan que “todo esto pase y sea más tranquilo y seguro”.

Es probable que el teléfono vuelva a sonar de cara al otoño, cuando siempre tiene una actuación en el barrio madrileño de Lavapiés. “Solemos ir uno o dos días para estar en jornadas completas de actuaciones callejeras pero este años está en vilo”, remarca Carmen García.

Exitosa trayectoria 

‘El Puntillo Canalla’ es una brass band, una formación musical que toca por las calles desde hace cerca de una década, por la que han pasado diversos componentes y además son una asociación cultural para encargarse de organizar, siempre a finales de junio, le Festival Femuka, en Segovia capital y en la Estación de El Espinar.

Durante su larga trayectoria han estado actuando por muchos puntos de España en numerosos festivales, cosechando éxitos y ofreciendo mucha diversión, y también en citas internacionales en Emiratos Árabes, Italia, Francia o Holanda.

“Una brass band”, detalla la portavoz e intérprete, es “un banda musical con instrumentos de metal no amplificada que hace música de calle tipo Nueva Orleans, jazz o funky”. La estética de ‘El Puntillo Canalla’ ha ido variando con el tiempo, siempre muy cuidada. Actualmente, está basada en el steam punk, con un total de 13 componentes, entre ellos miembros muy jóvenes por debajo de los 20 años.

Verano cancelado

El festival de música de calle Femuka fue cancelado por la crisis del COVID-19, sin buscar una nueva fecha para los meses últimos del año porque siempre ha tenido la filosofía de ser “la apertura del verano”, con una fiesta llena de color y ritmo, que también coincide con las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro de Segovia.

“El año que viene esperemos que esté todo mucho mejor, que todo va ir bien y volveremos con mas ganas que nunca con Femuka 2021”, promete Carmen García

Este verano también tuvieron que cancelar su viaje a Túnez, para participar en el Festival de Hammamet, cuando ya tenían el listado de los componentes de la brass band que iban a ir y los billetes de avión ya reservados por la organización. Llegó el decreto del estado de alarma y se suspendió la semana entera que iban a estar en Hammamet.

La alegría contagiosa de la música de ‘El Puntillo Canalla’ tampoco sonará este año en la Noche de Luna Llena de Segovia o en la agenda del Festival de Jazz de Lugo, donde actuaron en 2019 con un gran éxito. “Fue fantástico y lo pasamos muy bien”, remarca su portavoz. Entre sus componentes no decae el desánimo y siguen trabajando para seguir cerca del público aunque sea bajo los protocolos de la nueva normalidad.