Un equipo especializado de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, formado por agentes medioambientales, técnicos, veterinarios, y miembros de las Patrullas Oso de la zona del Alto Sil, capturó en la tarde de ayer a una hembra de oso que se convierte de esta manera en la pionera del plan de captura y radiomarcaje del oso pardo en Castilla y León. La ejecución de este programa de radiomarcaje supone una herramienta clave para la mejora del conocimiento sobre la especie, y para hacer frente a los nuevos retos que supone su evolución favorable. Se trata de la primera captura y radiomarcaje de un oso pardo en libertad en la Cordillera Cantábrica en las últimas décadas.
Durante la anestesia, que transcurrió sin complicaciones, el equipo veterinario llevó a cabo un examen físico completo del animal, así como un análisis hematológico, bioquímico y urinario. Los resultados obtenidos apuntan a que los valores analizados se hallan dentro de los rangos normales para la especie y edad. Asimismo, el equipo recogió muestras biológicas y datos biométricos para futuros estudios sobre la especie.
Las actuaciones se llevaron a cabo junto a miembros del Grupo de investigación del oso pardo cantábrico del Instituto Mixto en Investigación en Biodiversidad (Imib) de la Universidad de Oviedo y personal veterinario del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria. Al respecto, la intervención forma parte de las actuaciones previstas en el proyecto de telemetría de la especie, aprobado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en junio de 2021. Igualmente cuenta con el apoyo técnico y económico de la International Association for Bear Research and Management (IBA) y del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, donde se han desarrollado prácticas previas al inicio del programa.
Entre 20 y 30 ejemplares
En su primera fase, el programa de radiomarcaje prevé capturar y radiomarcar entre 20 y 30 ejemplares de oso pardo en la Cordillera Cantábrica a lo largo de los próximos cuatro años. En una etapa inicial, el proyecto se desarrolla en las comarcas leonesas de Laciana y el Alto Sil, aunque a medio plazo se trabajará en territorios limítrofes con la comunidad autónoma de Galicia, con el apoyo de la Xunta.
Respecto a la subpoblación oriental de la Cordillera, también está previsto desarrollar estas acciones tanto en el extremo oriental de la provincia de León como en la Montaña Palentina, así como en territorio de la comunidad autónoma de Cantabria.
El principal objetivo del plan de captura y radiomarcaje del oso pardo es favorecer la coexistencia entre osos y humanos en el paisaje humanizado de la Cordillera, para facilitar la conservación y expansión de la especie. El programa busca aumentar el conocimiento sobre el uso del hábitat y los movimientos de los osos a lo largo de su ciclo vital para reducir los conflictos entre osos y hombres.
Dentro de los distintos equipos materiales de captura, los protocolos aprobados para el desarrollo del plan establecen que se deberán aplicar sistemas que permitan la selección o discriminación de ejemplares. En este sentido los métodos de captura autorizados deben ser “efectivos, selectivos y seguros”, tanto para los animales como para las personas involucradas .
Antecedentes legales
La iniciativa de desarrollar un programa de radiomarcaje de oso pardo en Castilla y León se incluyó en el orden del día de la reunión extraordinaria del grupo de trabajo del oso pardo en la Cordillera Cantábrica celebrada en junio de 2019. Tal y como se acordó en el encuentro, la Junta fue la encargada de elaborar el plan de captura y radiomarcaje, que definió sus bases estratégicas en una nueva reunión celebrada en julio de este año en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, en Villaescusa. El pasado 2 de agosto tuvo lugar una práctica en Cabárceno, con ejemplares de oso pardo en cautividad, como paso previo al inicio del programa de capturas en campo.
Entre los antecedentes del actual plan de captura y radiomarcaje, destacan ejemplos como el contenido en la estrategia nacional para la conservación del oso pardo cantábrico aprobada en 1999 que ya recogía la necesidad de elaborar un protocolo de captura de ejemplares con fines de conservación, científicos o de gestión. Por su parte, el plan de recuperación del oso pardo en Castilla y León define entres sus objetivos la necesidad de disponer de información “actualizada y continua” sobre la evolución poblacional de la especie. Por último, los planes básicos de gestión y conservación de la Red Natura 2000 en la Comunidad establecen entre sus líneas prioritarias de investigación respecto al oso pardo la puesta en marcha de estudios sobre el uso del espacio, comportamiento ante actividades humanas y conectividad de las poblaciones occidental y oriental mediante radiomarcaje y análisis de indicios.