La floristería y vivero segoviano Floraila, con sedes en Cuéllar y Nava de la Asunción, lanza una curiosa iniciativa para rendir homenaje a localidades segovianas despobladas, poniendo sus nombres a ramos de flores con el fin de mantenerlos vivos en la memoria de todos los segovianos y recordando así su tradición y legado.

El artífice de la idea, el gerente de Floraila, Diego Rodríguez, señaló que “por desgracia y cada vez más, estamos más que acostumbrados a oír hablar de la España Vaciada”, nos hemos acostumbrado a ver que cada vez son más los pueblos que piden auxilio para cubrir las necesidades básicas de sus habitantes y también cada vez más hay localidades completamente despobladas.

“Desde Floraila queremos rendir un homenaje a todas aquellas localidades que hace unos siglos eran un hervidero de vida y que a día de hoy solo se mantienen vivas en la memoria de los antepasados de sus habitantes más fieles”, resumió. Los dos primeros nombres son: Maluque, Nabuba, Pociague, Corralejo, Cabrerizos, Covachuelas, Hontariego, Tobar, Aldealapeña, Aldehuela, Aldealafuente y Mantandrino.

“Hemos empezado por pueblos de la provincia de Segovia, pero seguiremos dando nombre a otros ramos con el resto de provincias de Castilla y León”, avanzó Diego Rodríguez. La idea surgió este verano. “Vimos que la gente volvía al pueblo a pasar los meses de julio y agosto como siempre se había hecho durante años”, recordó, con las plazas de los pueblos llenas de niños corriendo y jugando.

“Pero no todos los pueblos tuvieron la misma suerte, ya que hay pueblos que cerraron las puertas de sus casas hace muchos años y poco a poco, comentando la idea con amigos, fuimos investigando y buscando qué pueblos de Segovia se habían ido despoblando”, relató, además de estar encantados si alguien les quiere hacer llegar el nombre del pueblo del que desciende o él o sus antepasados, “Nosotros le daremos ese nombre a un ramo. Puedes contactar con nosotros a través de nuestros perfiles sociales o en nuestra página web”, resumió.