Según informan medios granadinos, una empresa andaluza gestionará El Salto del Olvido en Valsaín, en el municipio de San Ildefonso, en Segovia.
Así, Granadaesnoticia resalta que Cuerva ha sido adjudicataria del contrato de operación y mantenimiento de la Central Hidroeléctrica Salto del Olvido. Se trata de una compañía de referencia en el sector energético y eléctrico con más de 85 años de trayectoria
«Con este nuevo proyecto, Cuerva reafirma su posición como referente en la gestión de grandes infraestructuras energéticas renovables en España», destaca. Asimismo, pone de manifiesto «el compromiso con la transición energética y la conservación del patrimonio hidráulico».
Este contrato, —otorgado en el marco de la Administración General del Estado a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y gestionado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales — y cuya vigencia dura hasta 2027, «garantiza la operatividad y eficiencia de una de las centrales hidroeléctricas con mayor valor histórico del país», expone también.
Alcance de los trabajos de operación y mantenimiento
Cuerva asumirá la gestión integral de la operación y el mantenimiento de la central, implementando un modelo basado en tecnología avanzada y mantenimiento predictivo para garantizar su máximo rendimiento a la vez que respeta el caudal ecológico establecido de 252 l/s,.
Las principales labores contempladas en el contrato incluyen, según recoge el artículo de Granadaesnoticia son la gestión operativa de la central para optimizar la producción de energía y el mantenimiento. También contempla la reparación de averías derivadas del uso ordinario de la instalación. Y, además, la ejecución de reparaciones extraordinarias según el criterio técnico de la dirección del servicio.
Además, «Cuerva implementará un sistema de interconexión digital para el control remoto de la central, asegurando una supervisión en tiempo real y una respuesta ágil ante cualquier incidencia, en línea con las mejores prácticas del sector».
Salto de 49 metros
La Presa consigue situar el agua a una altura tal que permite su transporte por la ladera a través de un canal.
Tiene dos salidas, una la conducción a la central y otra al río. Esta salida al río, se constituye como una escala de peces (o escala salmonera). Esto dota de continuidad al río, interrumpida por esta infraestructura transversal, y con ello que la fauna consiga remontar el río en este punto.
Para asegurar un caudal mínimo o caudal ecológico necesario para la vida de la flora y la fauna del río, la presa posee sofisticados sistemas informatizados, y sensores ópticos que en función del caudal de entrada a la presa, hacen que se cierren o abran las tomas a los canales de la central.