En una provincia donde la lejanía a menudo se percibe como una barrera, la historia de Sandra, una de las protagonistas de la campaña «Nuestros Pueblos, Nuestra Fortaleza», es un ejemplo inspirador de cómo el arraigo puede convertirse en un motor de cambio. Ella decidió volver a su pueblo natal, Fuenterrebollo, no solo para establecerse, sino para ofrecer a sus vecinos lo que antes se creía que solo se podía encontrar en la ciudad. Así nació Saborea Salud, un centro multidisciplinar que ha transformado la forma en que el pueblo cuida su bienestar.
– De vuelta a casa: La emoción de un sueño cumplido en los pueblos de Segovia –
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Sandra, nutricionista de profesión, vio la necesidad de llevar a su pueblo el mismo enfoque integral que había visto funcionar en clínicas de Valladolid y Segovia. Su visión era clara: si la gente no quiere marcharse, o si desea volver, hay que ofrecerles los servicios que necesitan. Empezó con cinco profesionales, incluyendo logopeda, psicólogo, fisioterapeuta y podólogo, demostrando que era posible crear un espacio de salud integral en el entorno rural.
El éxito de la iniciativa es evidente. El centro ha crecido, incorporando más de 12 profesionales que ofrecen una amplia gama de servicios, desde estética y medicina estética hasta renovación de carnés de conducir y entrenamiento personal. Este crecimiento no es solo un indicador de éxito empresarial, sino la prueba de que un servicio de calidad y cercano es la mejor manera de fortalecer el tejido social de un pueblo.
Para Sandra, el proyecto es mucho más que un negocio; es una forma de demostrar que se puede vivir y trabajar en el pueblo haciendo lo que a uno le gusta. Además, colabora con alumnos en prácticas, inspirándolos a considerar una vida profesional en el medio rural.
La historia de Sandra es un poderoso mensaje sobre la importancia de la proactividad y el compromiso con la comunidad. Ha creado un «lugar que crece y hace crecer», un punto de encuentro donde profesionales sanitarios se unen para dar respuesta a las necesidades de las personas. Saborea Salud es, en esencia, un regalo de Sandra a Fuenterrebollo, un centro que no solo cuida el cuerpo y el alma de sus vecinos, sino que también ofrece un modelo de futuro para otros pueblos que buscan mantenerse vivos.












