Un rebaño trashumante de más de mil ovejas, que se desplaza estos días desde Extremadura a Picos de Europa, recaló hoy en la localidad vallisoletana de Tordesillas, dentro de una acción del Grupo Operativo Ovinnova para dotar de visibilidad a esta tradición milenaria en riesgo de desaparición.
La ruta discurre a lo largo de casi 600 kilómetros por las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla-La Mancha y culmina en Castilla y León. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de las administraciones municipales, nacionales y comunitarias para definir las bases para la mejora de la competitividad del pastoreo trashumante y crear un nuevo modelo de negocio de prestación de servicios ganaderos viable, productivo y competitivo.
Este recorrido pastoreando un rebaño de 1.400 cabezas de ganado ovino, de la ganadería de Francisco Morgado Galet, está permitiendo «llenar el vacío que ha supuesto el abandono de la práctica de la trashumancia en cañadas aquejadas por el desuso».
Ovinoova recuerda que cuando no se utilizan para el trasiego del ganado, «los caminos se difuminan o desaparecen bajo la cubierta vegetal y las construcciones que no respetan estos pasos reconocidos por la ley y la costumbre». Asimismo, defiende que el consumo de carnes de lechal, cordero y cabrito contribuye a mantener vivo este recurso.