El investigador de la Universidad de Valladolid del programa «Juan de la Cierva» Iñigo García-Martínez de Lagrán, ha publicado un amplio estudio sobre el Neolítico en la prestigiosa revista científica PLOS ONE.
Se trata un artículo colectivo (https://goo.gl/NwAAAs), en el que el científico de la UVa aporta su trabajo centrado en la cerámica de la zona del Alto Valle del Ebro y Meseta Norte del Neolítico antiguo. A éste se suma el amplio estudio de las investigadoras galas, también sobre cerámicas y sobre adornos personales, durante este mismo periodo, lo que abarca una amplia zona geográfica del Mediterráneo occidental. El artículo aporta las investigaciones de gran cantidad de restos arqueológicos con los que se ha obtenido una amplia información.
El resultado ha sido uno de los más extensos trabajos publicados sobre adornos personales y cerámica del Neolítico, que según explica el investigador de la UVa «son muy importantes porque aportan datos desde diferentes perspectivas sobre la expansión del Neolítico por este territorio y muestran la necesidad de realizar estudios globales, combinando todas las variables posibles, ya que cada elemento material estudiado de forma aislada puede dar una visión distorsionada de este proceso histórico»
Lo que se ha comprobado en este extenso trabajo es que los adornos personales son más «conservadores» y variaron menos durante la neolitización. En cambio, las características de la cerámica cambiaron mucho más, especialmente a escala local y regional señalando las múltiples relaciones entre grupos y, tal vez, su valor como elemento identificador y delimitador de los mismos. Este estudio muestra claramente que la expansión del Neolítico fue un proceso complejo y variado, de relaciones e interacciones entre grupos e individuos y entre sus tradiciones, tecnologías e identidades.
El Neolítico fue un periodo de gran transformación para la humanidad, hasta tal punto que podría decirse que es el segundo gran paso del Ser Humano, precisamente tras convertirnos en Homo Sapiens. En este llegan a nuestro territorio la agricultura y ganadería y junto con ellas la cerámica, además de toda una nueva visión del mundo y de una nueva relación con la Naturaleza.
Este periodo fue clave, ya que supuso una transformación de la sociedad nunca conocida y que explica muchas de nuestras costumbres, ya que la estructura del mundo tal y como lo conocemos procede de este periodo. Y cómo se generó este proceso y su evolución es fundamental para entenderlo, por lo que es imprescindible contar con estudios amplios y con gran cantidad de elementos para entender este proceso, y los restos arqueológicos de adornos personales y de cerámica son una parte destacada de esta investigación.