El informe elaborado pone de manifiesto la contribución al deterioro ambiental provincial del sector, la insuficiente vigilancia ambiental de las explotaciones y la necesidad de poner en marcha acciones de prevención inmediatas.
En el año 2018, en Segovia la cabaña de porcino consta de 116.712 cerdas reproductoras y 651.948 animales para cebo, acaparando la comarca de Cuéllar la mayor parte de estos animales (68% y 72% del total provincial, respectivamente). El municipio con mayor número de cabezas de porcino, con una cantidad muy superior a la de cualquiera de los demás, es Cuéllar, que registra el 10% de los animales totales provinciales (15% de los de la comarca).
Se ha calculado en 199.277 las Unidades de Ganado Mayor (UGM) provinciales, de las cuales 52.922 UGM, el 27%, se encuentran bajo el régimen de autorización ambiental. Por tanto, la mayor parte de la cabaña porcina provincial, el 73%, se encuentra bajo los regímenes de licencia y comunicación ambientales, careciendo por tanto del control y el seguimiento que, teóricamente, conlleva el régimen de autorización ambiental. Es decir, el 27% de la cabaña porcina se corresponde con explotaciones destinadas a la cría intensiva con más de 2.000 plazas para cerdos de cebo de más de 30 kilogramos o 750 plazas para cerdas reproductoras, perteneciendo el restante 73% de los efectivos a explotaciones de menor capacidad productiva. Ese 27% de cabaña ganadera porcina provincial se estabula en 112 instalaciones, que se localizan en 53 términos municipales.
Las masas de agua subterránea de Los Arenales (400043) y el Páramo de Cuéllar (400045) se encuentran sobreexplotadas y en ellas se localiza el 45% de la cabaña de porcino provincial, cuyo consumo se ha calculado en 1,87 Hm3 anuales, consumo que resultaría significativo en el conjunto de las concesiones que estas masas presentan. En el territorio afectado por estas masas, así como en la de Cantimpalos (400055), la Confederación Hidrográfica del Duero ha delimitado zonas no autorizadas y zonas con limitaciones específicas, de forma que 11 de las 19 nuevas explotaciones actualmente en tramitación para obtener autorización ambiental se encuentran en estos municipios en los que conviene limitar las nuevas extracciones de agua subterránea.
Respecto al balance provincial de nitrógeno de origen porcino, el total de deyecciones anuales del conjunto de la cabaña censada se estima en 4.911.566 metros cúbicos o toneladas al año, que suponen cerca del 75% del conjunto de deyecciones ganaderas. Estos purines se esparcen por las tierras de cultivo cercanas, teniéndose algunos municipios cuya superficie agrícola disponible es insuficiente para admitir los purines producidos. Algunos de estos municipios se encuentran incluidos además en “zonas vulnerables a la contaminación por nitratos”, como Navas de Oro, Navalmanzano, Cantimpalos, Encinillas, Escarabajosa de Cabezas, Turégano, Veganzones, Cabezuela y Cantalejo o Cuéllar. Otros se encuentran fuera de estas zonas vulnerables, como San Cristóbal de Cuéllar, Pinarejos, Vallelado, Samboal, Tabanera La Luenga o Aguilafuente.
Respecto a la calidad de las aguas subterráneas, la concentración de nitratos es muy elevada en gran parte de los registros provinciales, muy por encima del valor legal establecido en 50 miligramos por litro (mg/l). No obstante, los datos disponibles no tienen la adecuada cobertura territorial y resultan interanualmente muy variables. En general, los valores de concentración de nitratos más elevados se sitúan en el entorno de los municipios en los que la relación KgN/Ha es más elevada, de forma que los peores valores de calidad se localizan mayoritariamente en la Comarca de Cuéllar (y en parte, en la de Sepúlveda), no apareciendo en la Comarca de Segovia (asociada a los municipios de Sierra).
Si bien la presencia de explotaciones de gran tamaño, sujetas a autorización ambiental, influye en la relación KgN/Ha de cada municipio, son las restantes fuentes de nitrógeno (deyecciones del resto de la cabaña de ganado porcino, que se estima en el 73% del total, deyecciones de otros tipos de ganado, fertilizantes inorgánicos nitrogenados) las que serían las principales responsables de esa concentración de nitrógeno.
Respecto a los nuevos expedientes de autorización ambiental de explotaciones de porcino, son 38 los que se encuentran actualmente en tramitación. Los municipios afectados presentan ya una relación teórica de KgN/Ha muy elevada, caso de Cantalejo, Carbonero El Mayor, Cuéllar, Escalona del Prado, Pinarejos y Veganzones. En otros como Aldea Real, Brieva o Torreiglesias, la proporción de nitrógeno por hectárea es también significativa.
Respecto al impacto en la atmósfera, las cifras de emisiones de la gestión de los purines triplican las emisiones declaradas en el Registro PRTR y serían también superiores para el metano y el amoniaco a las reflejadas en el Inventario de Emisiones a la Atmósfera del mismo año. La cabaña porcina provincial estaría comportando probablemente mayores emisiones que las estimadas oficialmente, agravando el amplio incumplimiento actual del techo de emisión de amoniaco establecido por la Directiva de Techos Nacionales. El aumento de las emisiones de metano y óxido nitroso dificultaría el cumplimiento de los objetivos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) derivados del Protocolo de Kioto y Acuerdo de París, y localmente contribuiría a la formación de ozono troposférico.
El informe presentado concluye con una batería de propuestas para mejorar la gestión y la planificación de la producción porcina en Segovia desde el punto de vista ambiental, que pasan por una mejora sustancial de la gestión y la vigilancia de las explotaciones existentes y los residuos y emisiones que producen y por una limitación en la autorización de nuevas explotaciones atendiendo a la vulnerabilidad de los factores ambientales que son afectados.