El tercer encierro celebrado en Cuéllar se ha saldado con dos heridos, uno por asta de toro con dos trayectorias en el muslo y, otro, con un traumatismo facial acompañado de una posible contusión en el brazo, según informó el director de los Encierros, Gustavo Ortega.
Tal y como ha expuesto la Asociación Encierros de Cuéllar, la salida de corrales fue limpia y agrupada, con los bueyes por delante que terminaron por frenar al llegar al arenero poniéndose dos toros por delante. Durante el traslado por el campo, las reses pasaron por el túnel en dos grupos, tres toros con algunos bueyes primero. Posteriormente, los otros tres toros restantes pasaron con la manada, para después ser reagrupados en el descansadero.
Al poco, según ha explicado también la Asociación, los dos toros que iban por libre se adelantaron hacia el Embudo “provocando el cierre de puertas a la zona urbana”, consiguiendo reagruparles con ayuda de los bueyes del camión en torno a las 9.15 horas.
Ya en el recorrido urbano, el bravo que encabezaba la manada provocó algunos momentos de peligro al derrotar en talanqueras “en general hemos podido ver buenas y emocionantes carreras acompañas de momentos de tención”, confirmaron.