UGT equiparó hoy los «traslados forzosos» al edificio Rondilla de Valladolid con la polémica generada por la movilidad de trabajadores al Hospital Zendal de Madrid, construido para la atención de pandemias.
“Hemos advertido muchas veces a la Consejería de Sanidad de la Comunidad que teníamos que prepararnos para la tercera ola, pero, como era previsible, con esta Consejería vamos tarde, mal y nunca”, afirmó en un comunicado el secretario de sanidad de la FeSP de UGTCyL, Miguel Holguín, a la salida del Hospital Clínico de Valladolid, donde está ejerciendo de nuevo su labor como médico de urgencias.
De hecho, el sindicato informó de que todos los liberados del sector de UGT en Castilla y León se están incorporando a la lucha contra la pandemia en primera línea de fuego (hospitales, ambulatorios y centros médicos) en la medida en que las circunstancias y la falta de medios lo requieren.
“Con unas medidas de optimización que no se han podido llevar a cabo en la Mesa Sectorial de Diálogo gracias al decretazo del 14 de noviembre del presidente Mañueco, nos encontramos con una situación en la que a los profesionales se les está tratando como material fungible”, añadió.
“Se les lleva de un lado para otro. Tenemos nuestro Zendal particular con los traslados forzosos de nuestros profesionales al edificio Rondilla, es decir, que nos encontramos en una situación idéntica a la de la primera ola, salvo por una diferencia: ahora tenemos EPIs donde antes no los había”, sentenció.
Sin embargo, y pese a que en esta tercera ola los profesionales sanitarios ya disponen de equipos de protección individual, “tanto en política de recursos humanos, como en medidas técnicas para manejar esta tercera ola, seguimos igual y se nos está escapando de nuevo la situación de las manos”, sentenció Holguín.
Y es que, según el secretario autonómico, “los hospitales están muy tensionados. Los servicios de intensivos están a reventar y hay muy poquitas posibilidades de seguir manejando más pacientes. Cada vez hay que ser más estrictos con los protocolos de acceso a unas medidas extraordinarias, porque no hay medidas para todos. Es decir, nos encontramos con una situación que, por mucho que hayamos anticipado y advertido que iba a llegar, nadie ha tomado en consideración”.
En esta tercera ola entra en juego, además, una nueva circunstancia debido a los protocolos de vacunación. En palabras de Miguel Holguín, “es verdad que no están llegando las vacunas como se esperaban, pero también se están ocasionando diferencias entre provincias y, dentro de cada provincia, en cada centro, o bien porque los protocolos no son claros, o bien porque cada gerente los interpreta a su manera”.
Por otra parte, indicó que la situación se agrava por la pérdida de profesionales del sector sanitario paulatinamente “Cada vez disponemos de menos profesionales sanitarios. Avisamos también de que se han estado yendo al final de la primera ola y de la segunda ola tras años de rebajas salariales, falta de incentivos en la contratación, abusos en la tipología de contratos y, en definitiva, de un gobierno monocolor que lo único que ha provocado son recortes y que ahora no es capaz de paliar esta y las olas que puedan llegar, salvo a costa de la voluntad y el buen hacer de los profesionales del sector sanitario que seguimos aquí”, criticó.