UGT ha iniciado la campaña «Jóvenes contra el machismo» con un taller práctico en el que han participado una veintena de alumnos del instituto La Albuera, en Segovia. Aprovechando la ocasión, la responsable nacional del sindicato, Luz Martínez Ten, lamentó que en los centros educativos no se trabajen las relaciones afectivas como parte del currículo. A su juicio, educar en igualdad no sólo ayudará a acabar con la violencia de genero, también a conseguir mayores cotas de corresponsabilidad entre hombres y mujeres.
Martínez Ten recordó que al no abordarse adecuadamente en colegios las relaciones afectivas, las referencias que tienen los jóvenes son el cine, la televisión y los videojuegos. “Transmiten un rol totalmente sumiso para ellas y de posesión para ellos”. Por ello, los talleres intentan hacerles ver los estereotipos que marcan su percepción del amor, por ejemplo. «Les piden que muestren cómo no están con la pareja, que nada tiene sentido y cosas así”, explicó Martínez Ten, para precisar que los jóvenes confunden el amor con la posesión. «Las chicas adoptan posturas de sumisión y los chicos ven el amor muy idealizado. Te dicen que el amor consiste en darlo todo, que ellas se tienen que entregar porque le pertenece».
Para el sindicato, se está incumpliendo la Ley de Afectividad entre hombres y mujeres de 2007 que aboga por una educación en igualdad. “Tiene que estar en el currículo educativo no como un actividad extraescolar”, denunció. «Educar en igualdad es no sólo la mejor herramienta para luchar contra la violencia de genero, sino también para conseguir mayores cotas de corresponsabilidad entre hombres y mujeres».
Martínez Ten recordó que también trabajan con alumnos de Primaria a través del dibujo y las conclusiones son muy reveladoras. “Les pedimos que dibujen cómo se ven dentro de 30 años. Las niñas se dibujan con un hombre a su lado, con muchos hijos y trabajando en profesiones como maestra o enfermera. En cambio, los niños se dibujan solos y teniendo mucho éxito en su trabajo o profesión”. «En estas edades tempranas es cuando se interiorizan los roles de género».