Seguramente, más de un padre de familia, madre, tío, sobrino o incluso primo, compruebe con estupefacción la manera, nada discreta por cierto, en la que, desde primeras horas de la mañana, se increpa a los pequeños para que permanezcan pegados al televisor, antes incluso de haber podido comprender que comienza un nuevo día. Todo un derroche de gritos, gestos y efectos especiales con el único fin de lograr que los niños se queden en ese canal y se olviden, al menos por unos instantes, del implacable mando a distancia.
En la actualidad, cuando los medios de comunicación, especialmente el televisor, se han impuesto como uno de los elementos de socialización del niño, junto a la familia y la escuela, hablar de programación infantil se convierte en algo complejo y no menos conflictivo. Sin detenernos a discutir sobre los posibles efectos de los contenidos televisivos, resulta innegable que la televisión se ha convertido en un transmisor de valores, de normas, de pautas de comportamiento o conductas.
En este contexto de predominio audiovisual, saber quiénes son los héroes y heroínas de nuestros hijos, hermanos, primos o sobrinos, a quién imitan en los recreos o por qué se visten o hablan de tal o cual forma pasa necesariamente por conocer lo que se les ofrece desde el televisor.
De esta forma, una nave cualquiera en una calle cualquiera de un polígono industrial de Colmenar Viejo (Madrid). El lugar, que por fuera podría ser un taller mecánico o un almacén de productos de cualquier tipo, por dentro tiene algo de negocio costurero: cabezas de goma espuma en busca de cuerpo, manos de escayola a las que no acompañan los pertinentes brazos, vestuario que parece sacado del baúl de disfraces de Mortadelo…. Cuando uno busca una empresa llamada Román y Cia Muñecos Animados, creadora de los más que conocidos Lunnies, se espera encontrar la típica escenografía Disney.
Sin embargo, nada parecido identifica la sede de esta compañía, creada hace más de treinta años por Antonio Aragón, Manuel Román y Eduardo Guerrero, quienes ahora ponen en marcha un proyecto pionero en España y de carácter internacional.
La Fundación Muñecos por el Desarrollo inicia un innovador proyecto de cooperación cultural al desarrollo a través del cual se pretende formar a profesionales de países de Centro América y África Subsahariana para crear una red de pequeñas productoras que produzcan contenidos audiovisuales y multimedia en sus propios lugares de residencia. Al mismo tiempo darán vida a un programa de televisión infantil de distribución internacional, generador de personajes y contenidos de alta calidad realizado en y con los países menos favorecidos, y dirigido a todo el mundo, que propondrá nuevas formas y narrativas, permitiendo poner en contacto a las diferentes culturas del mundo.
“Es posible que el programa se llame ‘Amigos‘ y que cuente con dos entrañables personajes. Es muy probable que vea la luz en 2012”, así de optimista se muestra Antonio Aragón, director gerente de la Compañía Román y Cía , productora especializada en el diseño, construcción y producciones con muñecos dirigidas al mercado teatral, audiovisual y publicitario con treinta años de experiencia.
De esta forma, Antonio Aragón se convierte en uno de los fundadores de ‘Muñecos por el Desarrollo’ (MXD), constituída en Segovia para dar vida a un proyecto que, a partir de un riguroso programa de formación, pretende generar una red de productoras de contenidos de alta calidad que coproducirán un programa de televisión infantil internacional. Esta semana se ha presentado dicha Fundación en España y más concretamente en Segovia. Más de 40 expertos en televisión y programación infantil, técnicos culturales, responsables de cooperación y artistas plásticos y teatrales de diez países en desarrollo se reúnen en el Campus de IE University de Segovia para poner en marcha este proyecto internacional, en un encuentro patrocinado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), Ayuntamiento de Segovia y Obra Social y Cultural de Caja Segovia y enmarcado en la programación cultural de la Presidencia Española de la Unión Europea.
Inmersos en este Seminario y en la presentación de este proyecto, Segoviaudaz.es ha tenido la oportunidad de hablar con uno de sus promotores, con Antonio Aragón. Veámos cómo nos detalla este proyecto cultural, social e internacional.
Antonio, ¿Por qué en España y por qué en Segovia?
Hemos elegido Segovia como sede la Fundación y segundo como lugar donde estamos celebrando este seminario. Siempre tuvimos claro que esta Fundación Muñecos por el Desarrollo debía ubicarse en Segovia. Debía estar en España y debía estar en Segovia. Porque estamos en la capital del títere. Titirimundi es para Segovia y para España también, una referencia muy importante en el ámbito cultural y social, por lo que consideramos que un proyecto de estas características debía estar en Segovia.
¿De qué trata este proyecto? ¿En qué consiste?
La Fundación Muñecos por el Desarrollo inicia un innovador proyecto de cooperación cultural al desarrollo a través del cual pretende formar a profesionales de países de Centro América y África Subsahariana para crear una red de pequeñas productoras que produzcan contenidos audiovisuales y multimedia en sus propios lugares de residencia. Al mismo tiempo darán vida a un programa de televisión infantil de distribución internacional, generador de personajes y contenidos de alta calidad realizado en y con los países menos favorecidos, y dirigido a todo el mundo, que propondrá nuevas formas y narrativas, permitiendo poner en contacto a las diferentes culturas del mundo.
Antonio, antes hablamos de Titirimundi. ¿Se ha pensado o se tiene la intención de actuar en alguna interpretación del Festival de Títeres?
No, no. Queremos destacar ante todo que no se trata de un programa que cuente con títeres, ya que no se trabaja con ellos, por lo que no intervendríamos en principio en este gran festival. Sin embargo, el hecho de celebrarse en esta ciudad ha hecho que nuestro proyecto parta de tierras segovianas. En este sentido, sí que queremos que no lleve a confusión, que es totalmente independiente de Titirimundi ya que lo que pretende es hacer televisión, formar a profesionales de la animación infantil.
‘Identificando contrapartes’. Éste es el título del seminario que se está celebrando estos días en Segovia, ¿Qué nos dice este título, qué significa?
Lo que pretendemos en este seminario es dialogar, investigar y proyectar y fomentar el desarrollo cultural de estos países, fundamental para conservar sus valores y para eliminar la diferencia entre los que tienen tanto y viven en lo superfluo y los que no tienen nada, lo que genera un verdadero desgarro social que sólo puede resolverse a base de desarrollo, innovación, pero sobre todo motivación.
Antonio, ¿cree que este proyecto puede favorecer a la elección de Segovia como Capital Europea de la Cultural en 2016, ya que es también uno de vuestros sponsors?
La verdad es que se trata de un proyecto muy ambicioso y de carácter internacional que se celebra únicamente en Segovia y eso puede hacer que, como ya dije anteriormente, lo haga único. Llevar la candidatura de Segovia por el resto de países no es tarea fácil, Segovia lo está haciendo muy bien y aunque hay mucha competencia, consideramos que proyectos de este tipo hacen que la candidatura se vea reforzada, es evidente que sí.
¿Qué podemos hacer para atraer la atención de los más pequeños, entonces?
Lo que se pretende crear es una atmósfera educativa, cultural y social tomando como ejemplo el éxito de ‘Los Lunnies’. En este caso, Lupita, Lublu, Lucho, Lulila, la Bruja Lubina, el Profesor Lutecio, Lula y Lulo forman Los Lunnis, que en la actualidad protagonizan tres momentos del programa: los clásicos del contenedor, los Telelunnis y una telecomedia. En el primero de los casos, los muñecos hacen el papel de niños y los humanos de “niños mayores”, con lo que se introducen elementos educativos clásicos, ya que hay un desarrollo curricular perfectamente definido.
El papel de los Telelunnis es el de abordar, mediante un informativo compuesto por dos noticias, temas relacionados con el medio ambiente o el mundo animal. Además, los Telelunnis tiene un elemento de ficción mediante secciones diarias entre el entretenimiento y la educación, en las que participan los muñecos: los inventos del Profesor Lutecio, la cocina de la Bruja Lubina, las preguntas de Lulila…
Por último, se desarrolla una telecomedia basada en las triunfadoras del género y que pretende reflejar aspectos relacionados con la vida del niño: su hábitat normal, la relación de grupo y la relación con sus mayores.
En definitiva, nos ponemos en la piel del día a día de un niño desde que se levanta hasta que se acuesta y esto es precisamente lo que inculca una cultural televisiva infantil.
Prácticamente toda una vida dedicándose a la animación infantil, Antonio, ¿se considera un empresario inmaduro o quiere dejar al niño que todos llevamos dentro?
Es evidente que treinta años de contacto con la animación infantil hace que siempre y continuamente haya un niño dentro de tí (entre risas), lo cual resulta a veces complicado pero también muy gratificante, ya que como sabéis, igual que un menor es sincero con todo lo que ve tanto si algo está bien como si está mal, también es muy agradecido y el resultado de programaciones y de muñecos que realmente han contribuido a formar una cultura infantil importante pues hace que continuémos con estos proyectos.
¿Cuáles serán los próximos muñecos de gomaespuma que veremos?
Sí, efectivamente serán dos muñecos que verán la luz en la programación de esta Fundación. Suponemos que para dentro de dos años, en 2012, esta programación verá la luz en 2012. En principio llevará por nombre ‘Amigos’, no daremos más datos, siempre hay que mantener algo de intriga (entre risas).
El Milagro de P.Tinto o La gran aventura de Mortadelo y Filemón, ¿Qué cree que han aportado, Antonio?
Sobre todo muchas risas (entre risas). Hay que recordar que Mortadelo y Filemón son una mezcla de humor explosivo entre el divertido universo acelerado de dos personajes, con los cuales conseguimos un Goya en 2004 a los Mejores Efectos Especiales.
En la actualidad priman las redes sociales, las Wii, las Playstation… ¿Considera que son una gran competencia para los contenidos televisivos?
Bueno no exactamente. No creo que sean competencia de los contenidos de televisión, pero sí es cierto que los hábitos y las costumbres cambian, pero creo firmemente que la animación infantil por televisión está todavía lejos de desaparecer, ¿quién no ha visto nunca un niño que nada más levantarse encienda el televisor buscando su programación preferida?