La Navidad es un periodo complicado, momento de reuniones familiares, encuentros con los seres queridos y sentimientos encontrados. Para bien o para mal, así es la Navidad o, al menos, así lo considera la Asociación Española de Coaching. «Son fechas señaladas, donde a veces la palabra felicidad parece impuesta, y nuestras emociones están a flor de piel. Todo esto nos puede generar melancolía, estrés, angustia por la soledad, o tristeza por no tener cerca a los seres queridos. Debemos controlar y saber gestionar estas emociones para disfrutar y descansar», explican.
Para ello, ASECO nos propone 8 sencillos consejos para tener una navidad sin complicaciones y feliz. ¿No te lo crees? ¡Toma Nota!:
1. Ser responsable de nuestros pensamientos y empociones.
Todos somos responsables de lo que pensamos. Tenemos la capacidad de elegir lo que
queremos pensar. Nuestros pensamientos crean cómo nos sentimos, esto crea nuestra conducta o comportamiento y esto repercute en la relación con los demás y en cómo nos relacionamos con ellos. Si no podemos cambiar a los otros, cambiemos nosotros, amoldémonos a las circunstancias.
2. Saber poner límites.
Es importante saber hasta dónde uno quiere relacionarse con los demás, poniendo límites, pero hay que hacerlo bien, porque si no, nos pasamos. Hay que hacerlo siempre desde el
respecto y con una sonrisa. Cuando te sientes seguro y confiado, las cosas te afectan en su justa medida y hay respeto.
3. Saber perdonar.
Es calve para pasar página. Si no hay perdón, el año que viene se repetirá ese conflicto. Si perdonamos nos perdonamos.
4. Relativizar.
No hay que dar tanta importancia a las opiniones y comentarios de otros. No hay que tomarse las cosas de forma personal, ya que cada uno tiene la libertad de tener una opinión. Es básico relativizar los comentarios de los demás.
5. Tolerancia y comprensión.
Es básico aceptar a la otra persona, ya que todos somos diferentes con nuestras circunstancias y nuestra vida. Debemos ser tolerantes y aceptar los diferentes puntos de vista sin ofendernos.
6. La aceptación.
La Navidad es tiempo de reuniones y encuentros, donde los sentimientos se agudizan, pudiéndose rememorar momentos pasados e incluso viajas rencillas. Si no toleramos es muy difícil aceptar. Si somos tolerantes, aceptando y perdonando, se conseguirá avanza. “Así, ya no se tiene nada del pasado y podemos centrarnos en el momento presente”.Afirma David Gómez.
7. No judgar, ni al otro ni a ti mismo.
Es una de las cosas que más daño nos hacen a nosotros y en las relaciones con los demás. Poner una etiqueta es gran error.
8. Recuperar y conectar con nuestros valores más profundos.
En estas fechas hay valores que están más en alza, como la familia, el amor, la entrega, la solidaridad, etc. Estas fechas son una oportunidad perfecta para conectar con nuestros valores personales y con nuestras motivaciones. “Es lo que te da sentido a la vida, conectar con lo que tenemos dentro, así sentimos que tenemos un propósito”. Concluye David Gómez