Muchas son las noches de veranos en que hemos hablado de lo humano y de lo Divino, más de lo Divino que de lo humano. Tratábamos los problemas como los ve Dios. Ver el mundo como lo ve Dios y desde ahí iluminar los problemas con la luz del evangelio.

Mucho hemos hablado D. Victorio y yo de Cristo, de la Iglesia depositaria de la doctrina de Cristo sobre la Virgen que siempre supo estar calladita a la altura de las circunstancias, sobre la vida de los santos que tanto nos enriquecen y tanto bien nos hacen y atravez de ellos amar más y , sentía por San Juan María Vianney verdadero cariño (SANTO CURA DE ARS).

Uno de sus libros favoritos era la imitación de Cristo de Tomás de Kempis. Dominaba a la perfección a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa Jesús.

Era un hombre con un intelecto muy bien amueblado y supo rendir muy bien los talentos que Dios le dio. Victorio ha sido luz para la parroquia de Cazalegas y anteriormente para la parroquia de San Andrés en Talavera, esa luz ha sido un punto de referencia y para todos nosotros un ejemplo a seguir.

Muchos son los son los secretos que guardan su confesionario y su despacho, muchos asuntos familiares se cierran, en ellos siempre llevados con una prudencia exquisita que indican mucho a su favor del alma sacerdotal que llevaban en su pecho.

Muchas son las actividades que durante estos 46 años se han llevado a cabo catequesis, excursiones con jóvenes y niños, obras de teatro con los jóvenes cuando venían de trabajar, reuniones con padres de familia y ensayos con el coro y un largo ect. sin horario fijo cuando la gente venía de trabajar, el alma mater era D. Victorio.

Si yo tuviera que definir a D.Victorio lo definiría “como un alma de oración”, donde no había simbiosis, si no síntesis armoniosa de oración y acción.

En la misa se trasformaba, él era consciente de que él era “alter Cristus”, es decir, otro Cristo. Y desde aquí es donde sacaba las fuerzas para sus actuaciones.

Gracias por los veranos que Dios me ha permito trabajar con Vds. Y gracias por lo mucho bueno que a mi carisma claretiano personal me ha aportado.

Porque D. Victorio ya habrá escuchado de viva voz del Pastor Santo, que es el mejor pagador de bienes: “Siervo bueno fiel pasa al banquete de tu Señor.”

Amigos hasta en la eternidad.

Ángel Colado Sánchez CMF (Misionero Claretiano)