La Audiencia Provincial de Segovia condenó a un camarero, de nacionalidad dominicana, a siete años de cárcel y a pagar casi 35.800 euros por lesiones y secuelas por apuñalar a un cliente con el que discutió porque fumó en el establecimiento, al considerarle autor de un delito de tentativa de homicidio. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
La vista oral fue en abril, en la que se juzgaron los hechos ocurridos en la madruga del 14 de marzo de 2018, en el bar ‘Exotic’, en la Plaza de la Tierra de la capital, y dónde la víctima y un amigo discuten con el camarero acusado y otra persona, entrando después en el local donde intentó encender un cigarrillo, acción recriminada por el camarero.
El cliente, según el relato de los hechos, salió detrás del trabajador del bar “con ánimo de proseguir con la discusión y pasando de las palabras a las manos”, con agresiones mutuas, “cayendo ambos al suelo”. Fue entonces cuando, según el testimonio que recoge ICAL, el acusado sacó un cuchillo de unos 15 centímetros de hoja que “llevaba entre sus ropas”.
Para los magistrados, queda probado que sacó el cuchillo para agredir a a la víctima a la que causó dos heridas “una primera en el costado y otra seguida en el muslo”, por lo que “hace muy difícil de entender” que la primera herida fuera causada “ accidentalmente” y la segunda “intencionadamente”. Según el auto, el cuchillo “fue accionado” para penetrar y salir del cuerpo, “con fuerza según dictaminaron los forenses” y siguió con el arma blanca en la mano, que “no hay reparo en admitir como voluntario”.
La Audiencia de Segovia le condenó por considerar que los hechos son “constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa”, al salir al exterior armado y tras la agresión “el acusado abandonó a su víctima y se dirigió al bar donde entrega el cuchillo a una cliente”, a la que “da instrucciones de lo que tiene que decir y se marcha”, lo que pone de manifiesto que es “consciente de la gravedad de lo realizado”, que la acción que “realizó era mortal y era conocedor de ello”.
Además de la condena a siete años de prisión, la Audiencia de Segovia le impuso indemnizar al perjudicado en la cantidad de 1.512,54 euros por lesiones y de 34.242 euros por secuelas, así como a pagar las costas del procedimiento, incluidas las de la acusación particular. A esta sentencia cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de Lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en el plazo de diez días hábiles a contar desde el siguiente a su notificación.