Calmada, serena y con una dulce sonrisa. Así recibe Paloma Toro a los cientos de personas que, durante toda la tarde, se acercan al Tanatorio Segoviano San Juan de la Cruz. La compañera de vida de Julio, abrazaba a todos los que se acercaban y, con ellos, recordaba al padre de los títeres, a Julio, en un tanatorio repleto de amigos, de personas del mundo de la cultura, de periodistas, de ciudadanos anónimos… Allí, entre todos, también se encontraba la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero. Estaba entre todos, discreta y triste, sin poder ocultar lágrimas en sus ojos. «Cuando yo comencé en la Concejalía de Cultura Ttirimundi ya estaba consolodado, imagino su lucha cuando todo comenzó, la historia de Julio es la historia de un hombre que se enamoró de Segovia: Su legado es enorme», decía a las puertas del complejo fúnebre.
Celebraremos su vida con una gran fiesta
Como él era, sonriendo, luchador, afable y con ganas. Así será su homenaje, o uno de ellos. El Ayuntamiento ya ha anunciado que trabajará en recordar a Julio porque, como sentenció Luquero, «Su legado quedará para siempre, Titirimundi siempre se quedará en Segovia porque esté donde esté, eso es lo que Julio querría».
¡Hasta siempre, Julio!