Ha pasado casi un mes desde que, al ir a reservar un viaje a Burgos por motivos personales, comprobara que Renfe, sin avisar, había eliminado la parada segoviana de sus trenes con el norte de España. Hablé con Renfe y llegó la confirmación. Sus periodistas ya nos conocen, somos bastante pesados con la compañía aunque mantenemos una relación muy profesional y cordial. Pensamos (seremos raros) que unas buenas comunicaciones y condiciones para los segovianos que tienen que trabajar fuera (como nosotros muchas veces) son esenciales para fijar la residencia de cientos de segovianos en Segovia, sus impuestos, el desarrollo de la ciudad…
Pero ese es otro tema, del que podríamos hablar sin cansarnos, pero no lo que nos ocupa hoy. Hoy vamos a hablar de Renfe y de aquellos trenes que se dejan escapar. Volviendo al tema… Con la confirmación de la retirada de las dos paradas en Segovia del tren que une Madrid con el País Vasco (son tres líneas diarias, pero una nunca ha parado) llegaron las primeras publicaciones en Segoviaudaz.es. Hasta entonces nadie se había dado cuenta, nadie lo había percibido, y con mucho esfuerzo y muchas preguntas a distintos políticos, aquellos a los que sus gabinetes te dan acceso (porque otras instituciones de nuestra provincia son muy opacas) conseguimos llevar la noticia a la agenda informativa, denunciarla y que se convirtiera en un tema ‘de interés general’. Ese es nuestro papel, como periodistas, intentar denunciar y luchar por cambiar algunas cosas, al menos las que estén a nuestro alcance. El mérito no es nuestro. Tras un gran trabajo de compañeros de todos los medios, de páginas en periódicos, de minutos de radio, noticias en digitales y en televisión… Tras ello, Renfe ha decidido mantener las paradas. Es un éxito, el éxito de la sociedad segoviana y del periodismo de esta provincia. Personalmente, estoy contenta con la noticia, muy contenta, aunque ahora llega ‘la resaca’ y asistir al espectáculo de que nuestros políticos se intenten apuntar el tanto, que por supuesto algo de mérito tienen (no más que otros), pero no tanto como para lanzarse críticas, notas de prensa cuestionables, adelantar informaciones y, en definitiva, autoproclamarse héroes, y haciendo creer que sus contrincarios políticos son villanos.
Señores, quiero creer en la política, pero a veces no puedo. Quisiera ser ‘políticamente más correcta’ pero, aunque creo que algunos dirigentes en Segovia sí luchan por nosotros, me duele ver intereses personales en esta lucha. ¿Algún día seremos capaces de remar juntos en la misma dirección?. Entonces, viene a mi cabeza esa frase que tanto se escucha últimamente, ese ‘no nos representan’ y me planteo ¿me siento representada?. A veces no, tristemente no. No me siento cuando una institución de Segovia, con la que está cayendo, se sube las dietas por asistir a los plenos, cuando veo la falta de respeto, y a veces de educación, en ruedas de prensa, cuando percibo la ausencia de preparación de algunos de nuestros representantes. No sólo es en Segovia, es un mal común en todo el país, pero aquí, también.
Pero volviendo a ‘nuestro libro’. Hoy hemos conseguido que Renfe reconsidere su decisión de eliminar la conexión con el Norte de España. Es un buen día, una gran noticia, una realidad conseguida por la sociedad.
Hoy Segovia sí ha tenido voz gracias a todos los segovianos.
¡Enhorabuena a usted, por la gran parte que le toca!