El alcalde del Ayuntamiento de Segovia, Pedro Arahuetes, cumplió este lunes, festividad de San Roque, con la ceremonia de renovación del voto por el que la ciudad agradece anualmente la mediación del santo en la peste que asoló el municipio en 1599, y que se celebra desde hace 406 años en la iglesia románica de San Millán.
El acto se desarrolló en el transcurso de una misa solemne dedicada a San Roque, en el que el regidor leyó la fórmula de renovación por la que se pide al santo que acepte la ofrenda de Segovia. A través de esa oración se ruega para que “interceda por los hombres y mujeres de este pueblo hasta que otra vez, en el año venidero volvamos a postrarnos ante ti”-
Una vez concluida la ceremonia religiosa, se desarrolló la procesión por las calles del barrio de San Millán con la imagen del santo, una talla del siglo XVI con túnica de sayal, báculo, calabaza y sombrero de plata, acompañada por el popular perro que según la leyenda le ayudó a salir de la peste que contrajo por cuidar a los afectados por esta enfermedad.
La historia cuenta que en el año 1599 afligió a la ciudad de Segovia una fuerte epidemia. El 8 de agosto del mismo año la ciudad hizo el voto a San Roque asistiendo la corporación municipal a la misa solemne en la Catedral. A partir de aquel momento la peste empezó a remitir. Durante siglos ininterrumpidamente el Ayuntamiento cumplió con el voto en la Catedral. Tras un paréntesis se volvió a recuperar de una manera diferente, asistiendo a la ceremonia religiosa en la iglesia de San Millán.
Junto al acto celebrado en Segovia capital, numerosos pueblos de la provincia celebran la festividad de San Roque que, junto a la de la Asunción de la Virgen, hace que la mayoría de las localidades se encuentren estos días en plenas fiestas patronales.