Segovia registró 14 muertes (uno más que en 2015) en 13 accidentes, con seis graves y 14 leves. En total, Castilla y León registró 124 fallecidos en las carreteras durante el año 2016, lo que supone 20 menos que el año anterior, con una reabaja relativa del 13,9 por ciento, cifras que contrastan con las registradas en el conjunto nacional, donde se perdieron 1.160 vidas, 29 más que en 2015, con un incremento del 2,6 por ciento.
El balance de tráfico del año presentado hoy por el Ministerio del Interior sobre la base de datos de la DGT refleja que el número de pérdidas humanas bajó en León, Valladolid, Salamanca, Ávila y Zamora y aumentó en el resto, principalmente en Soria. Mientras, se contabilizaron 105 accidentes con víctimas mortales )10,2 por ciento menos), doce menos, con 49 heridos graves (los mismos que en 2015) y 66 leves (cinco más, un 8,2 por ciento de subida).
El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, señaló que el pasado año se produjeron 1.038 accidentes mortales en vías interurbanas en España. 1.160 personas perdieron la vida y otras 5.067 necesitaron hospitalización. “No son los datos que hubiésemos querido comunicar hoy, porque son muchas las vidas y familias rotas, así que más que nunca, tenemos que trabajar todos juntos para reducir esta lacra que como sociedad moderna que somos no podemos permitirnos. Hay que revisar y adaptar, tras una primera evaluación, la estrategia de seguridad vial y crear un plan de choque que nos permita volver a la tendencia de disminución de accidentes que veníamos observando en los últimos años”, incidió Serrano.
Las cifra son provisionales y se refieren únicamente a los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y víctimas tomadas hasta las 24 horas de producirse el accidente. Las definitivas ya consolidadas estarán disponibles en los próximos meses, gracias a las mejoras sustanciales conseguidas en los sistemas de información de la siniestralidad, con cruce con el fichero del INE de fallecidos en 2016.
Datos preocupantes a pesar del descenso
Así, en Castilla y León la principal reducción se registró en la provincia de León, con 19 fallecidos menos, con un total de 10, en nueve accidentes mortales, con dos heridos graves y 16 leves. En Valladolid la cifra bajó hasta los 13 muertos, con seis menos, así como dos heridos graves y otros tantos leves en 11 accidentes.
Igualmente, las víctimas mortales cayeron en Salamanca, con cinco menos (siete en total), con ningún grave y dos leves en siete sucesos mortales. En Ávila, fueron 11 las personas que fallecieron en las carreteras, cuatro menos que en 2015, con seis graves y cuatro leves en nueve accidentes. Por último, también bajaron los muertos en Zamora, con 16 víctimas mortales (tres menos), en 14 accidentes, con un balance de tres graves y cinco leves.
Por otro lado, la cifra subió en cuatro provincias. Lo hizo preocupantemente en Soria, con 11 fallecidos más, hasta totalizar 18, casi tres veces más que en 2015, en una quincena de accidentes. Se suman 13 heridos graves y 11 leves. En Palencia la cifra se elevó en tres muertes, hasta nueve en siete accidentes, con seis graves y dos leves. También, en Burgos, con dos más, hasta 26 fallecidos en 20 sucesos, la provincia con más muertes del año. Además, registró 11 heridos graves y 10 leves. Por último, en Segovia se produjeron 14 muertes (uno más que en 2015) en 13 accidentes, con seis graves y 14 leves.
Media española
La cifra de fallecidos en España sigue por debajo de los registrados en 1960, primer año en el que se tienen estadísticas, cuando hubo 1.300 muertos, con un escenario de movilidad absolutamente distinto (en 1960 había un millón de vehículos y en 2016 el parque automovilístico sobrepasa los 32 millones). Con estos datos, la accidentalidad en carretera se mantiene en el promedio diario de víctimas mortales, que ha pasado de los 11,6 muertos diarios en carretera en el año 2000 a los 3,2 en 2016.
Dentro del ámbito europeo, España presenta una tasa de 36 muertos por millón de habitantes, muy por debajo de la tasa de mortalidad media de la UE que se encuentra en 52 (con los últimos datos disponibles de 2014-2015). Lo que sitúa a España como uno de los países del mundo con mejores niveles de seguridad vial.
Factores que destacan
En la siniestralidad de 2016 destacan circunstancias como la movilidad, el envejecimiento del parque y mayor número de infracciones. Así, se ha constatado un aumento de 18,6 millones de viaje de largo recorrido por carretera, lo que supone un cinco por ciento más. En total se han registrado 392 millones en 2016, lo que representa un incremento acumulado del 10 por ciento en los tres últimos años. Desde 2014, han aumentado los movimientos en 37,8 millones.
En segundo lugar, la DGT subraya el mayor envejecimiento del parque. En 2016 se ha producido un aumento de la antigüedad media de los vehículos implicados en accidentes mortales. Los turismos en que viajaban los fallecidos tienen una edad media de 13,6 años; 11,1 las furgonetas y 9,5 las motos. Por último, se contabilizan más infracciones por consumo de drogas ilegales. La DGT realizó hasta noviembre un total de 60.942 pruebas, resultando positivas 23.822 (el 39 por ciento). De ellas 54.566 fueron pruebas preventivas, con un resultado de 20.879 positivas; 3.026 pruebas a conductores involucrados en accidentes, con 829 positivos; y otras 3.350 a conductores infractores, con 2.114 positivos.
Respecto del alcohol, los agentes de la ATGC han realizado 4,6 millones de pruebas, resultando positivas 68.852, el 1,5 por ciento. De ellas cuatro millones son preventivas; 113.396 a conductores involucrados en accidentes, con 5.045 positivos; y otras 554.593 a infractores, con 4.281 positivos.
En cuanto al uso elementos de seguridad, persiste un reducido número de usuarios que continúa sin utilizarlos. En 2016, 161 fallecidos no se habían puesto el cinturón o casco en el momento del accidente.
Se observa un mayor porcentaje de fallecidos del sexo masculino, que representan ocho de cada diez fallecidos; mientras que en cuanto a los grupos de edad, el mayor porcentaje se sitúa en el grupo de edad de 45 a 54 años, con 225 muertos, uno de cada cinco, y en el de 35 a 44 años, con 216 fallecidos, el mismo porcentaje. El siguiente grupo de edad con mayor número de fallecidos es el de 25 a 34 años, con 165 fallecidos, un 14 por ciento del total. Los niños fallecidos (hasta 14 años) han sido 19, el dos por ciento del total, y los mayores de 65 años, con 240 muertes, han supuesto el 21 por ciento del total.
Por comunidades autónomas, registraron incrementos Valencia (19 más), Galicia (15), Andalucía (14), Castilla-La Mancha (11 más), Baleares (nueve), Murcia (ocho), Asturias (siete), La Rioja (seis) Extremadura (tres) y Aragón (uno). Por su parte, bajaron en Cataluña (23), Castilla y León (20), Cantabria (siete), Madrid (seis), País Vasco (cinco), Navarra (dos) y Canarias (uno).
Por tipo de vía, las carreteras convencionales siguen siendo donde fallece el mayor número de personas (75 por ciento), aunque se registra una mejora de tres puntos respecto al año anterior. En las de alta capacidad los fallecidos aumentan de un 22 a un 25 por ciento.
Por tipo de accidente, en las vías de gran capacidad el 47 por ciento de los fallecidos en 2016 se produjo por salidas de la vía, el 20 por ciento por colisión trasera y múltiple y el 17 por ciento en atropellos a peatones. En las carreteras convencionales, el 41 por ciento de los fallecidos se debió a accidentes en los que el vehículo se salió de la vía, mientras que un 25 por ciento a colisiones frontales.
Si se atiende al tipo de usuario, los de furgoneta se reducen en 11 personas, pasando de los 69 en 2015 a los 58 de 2016; disminuyen los ciclistas fallecidos, hasta 33, 10 menos; así como los usuarios de motocicleta, con 235 usuarios, 16 menos. Los fallecidos en turismo (604) aumentan un seis por ciento (34 más); aumentan en 16 los de autobús, 18 en 2016 respecto a los dos de 2015; y también los peatones, en cinco personas, de 113 a 118.
Entre otras características, el 22 por ciento de los conductores y pasajeros fallecidos en turismos y furgonetas no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, de los 214 fallecidos en motocicleta, cinco no utilizaban casco en el momento del accidente. Entre los ciclistas, de los 33 fallecidos, seis no utilizaban casco, pese a ser obligatorio en vías interurbanas. De los 16 niños hasta 12 años que perdieron la vida en turismo, tres no llevaban ningún accesorio de seguridad.