Un estudio científico revela que la provincia de Segovia registró un 5 por ciento de los diagnósticos de cáncer infantil de Castilla y León entre los años 2010 y 2020. En concordancia con el tamaño de su población, Valladolid (28 por ciento) y León (17 por ciento) acumularon la mayor parte de los diagnósticos, seguidos por Salamanca y Burgos, con un 15 por ciento en los dos casos. Palencia sumó el siete por ciento; Ávila, el seis; y Zamora y Soria, un cuatro por ciento cada una.
Los datos del primer estudio científico sobre la evolución del cáncer infantil en Castilla y León a lo largo de la última década apuntan, según recoge Ical, a que la supervivencia mejora y que a los cinco años el 80 por ciento de los niños sigue vivo. Es cierto que entre los menores de un año la cifra se queda en el 64 por ciento, pero en los mayores el dato sí incrementa, en una primera conclusión del informe de la Dirección de Salud Pública al que ha tenido acceso Ical.
El estudio comprende once años sobre la evolución de la incidencia y la supervivencia de los tumores infantiles en Castilla y León, uno de los grupos de enfermedades de mayor importancia en salud pública por la morbilidad, la mortalidad y la carga de enfermedad que origina. Se ciñe al período entre 2010 y 2020, a raíz de datos del Registro Poblacional de Tumores Infantiles de Castilla y León (RPTICYL), y recoge información de menores de 15 años.
“Se trata de un trabajo tedioso y complicado” que arroja una foto fija y permite conocer las particularidades de la patología oncológica en este grupo de edad en la Comunidad, y que responde a la Estrategia regional de atención al paciente oncológico en Castilla y León y a su interés en potenciar los registros para avanzar en el conocimiento de la incidencia, evolución, tendencia y resultados en salud y en las actividades preventivas y asistenciales.
En este tiempo, se han notificado 580 tumores infantiles nuevos, 318 en niños y 262 en niñas, con una media de 53 tumores anuales. Del total, 511 fueron neoplasias de comportamiento maligno, con 46,5 casos por año, y la tasa de incidencia bruta por millón de personas y año fue de 189,58 en niños y 165,16 en niñas, ligeramente por encima de las tasas ajustadas a la población europea de 2013, que se cerraron en 185,45 y 147,48 casos, respectivamente. Además, se detectaron 22 tumores de comportamiento benigno y 47 de comportamiento incierto, que suponen el 11,9 por ciento del total (69 tumores).
Por lo que respecta a la edad, la media fue de siete años en el momento del diagnóstico. En concreto, el 33,4 por ciento (194) de los niños diagnosticados tenía entre 10 y 14 años con una frecuencia superior en niños. Le siguió el grupo de cinco a nueve años, con el 28,3 por ciento de los casos (164), también con predominio en niños. El grupo de edad de uno a cuatro años representó el 23,1 por ciento (134), en este caso con mayor frecuencia en niñas, y el 15,2 por ciento de los tumores detectados, 88, fue en menores de un año.
Tipos
Si se analizan los tipos de tumores, se observa que las neoplasias más frecuentes en ambos sexos fueron las del sistema sistema nervioso central, con tasas de 51,27 por millón en niños y 47,28 en niñas, seguidas en los niños de los linfomas y las leucemias (42,92 y 39,35 por millón respectivamente) y en las niñas de las leucemias y los linfomas (42,24 y 21,43 por millón).
En todos los grupos de edad, las tasas globales fueron superiores en los niños, excepto en el grupo de uno a cuatro años, con una incidencia de 233,19 casos por millón de habitantes en niñas, muy por encima de los 188,7 casos en niños.
La supervivencia observada global a los 5 años en la cohorte 2010 a 2015 para todos los tumores notificados fue de 79,2 por ciento, ligeramente superior a la encontrada para los tumores de comportamiento maligno (77,2 por ciento), sin observar diferencias estadísticamente significativas entre sexos.
Sí se observaron diferencias en la supervivencia entre menores y mayores de un año de edad, tanto para todos los tumores (64,6 por ciento frente a 81,8) como para los de comportamiento maligno (64,4 frente a 79,6 por ciento). La mayor supervivencia a cinco años se observó en los linfomas (92,6 por ciento), seguidos de las leucemias (77,8 por ciento) y las neoplasias del sistema nervioso central (64,4 por ciento para todos los tumores y 44,4 por ciento para los de comportamiento maligno).
Validación de Europa
Estos datos del Registro Poblacional de Tumores Infantiles de Castilla y León han sido aceptados por la Red Europea de Registros del Cáncer (ENCR), establecida en el marco del Programa Europa contra el Cáncer de la Comisión Europea, que funciona desde 1990. Este registro exige estándares de validación y codificación muy ajustados, que son un marchamo de calidad.
La ENCR promueve la colaboración entre los registros de cáncer, define los estándares de recopilación de datos, brinda capacitación al personal del registro de cáncer y difunde periódicamente información sobre la incidencia y la mortalidad por cáncer en la Unión Europea y Europa.