La Junta evaluó las zonas verdes de la Comunidad que existen en los municipios con más de 10.000 habitantes para tener una valoración comparativa de las mismas. El documento indica que en las ciudades de Castilla y León se dispone, como media, de 22,54 metros cuadrados de zona verde «realmente existente» por habitante. Comparando las ciudades entre sí, las mayores cifras se obtienen en las más pequeñas.
Lidera la tabla Santa Marta de Tormes, con 77,15 metros cuadrados de zona verde realmente existente por habitante, seguida por Ciudad Rodrigo, con 64,10. A continuación aparecen Villaquilambre, con 40,95, y La Bañeza, con 40,54. Por su parte, Laguna de Duero, con 35,49 metros cuadrados por habitante, es la primera entre los núcleos con más de 20.000 habitantes.
Las capitales de provincia aparecen por debajo del listón de los 30 metros cuadrados de zona verde realmente existente por habitante, lideradas por Soria, con 29,49. También están por encima de la media autonómica Ávila, con 25,25; León, con 24,11, y Segovia, con 24,05 entre las capitales, además de San Andrés del Rabanedo, con 27; Ponferrada, 26,85, y Astorga, con 23,50.
Ligeramente bajo de la media están Valladolid, con 21,96, y Medina del Campo, con 21,58. Ya por debajo del listón de los 20 metros cuadrados de zona verde realmente existente por habitante aparecen Arroyo de la Encomienda, con 19,51; Palencia, con 18,15; Benavente, con 17,66; Miranda de Ebro, con 17,49; Salamanca, con 17,08, y Zamora, con 16,13.
Cierran la lista, por debajo de los 15 metros cuadrados de zona verde realmente existente por habitante, Béjar, con 14,9, y Burgos, con 14,72.
Porcentaje de zonas verdes
Con los datos analizados se puede observar que en las ciudades de Castilla y León, las zonas verdes ejecutadas suponen casi un 15 por ciento del total del suelo urbanizado. Si se procede a una comparación entre las propias ciudades, las mayores cifras en porcentaje de zona verde ejecutada sobre el total del núcleo urbano se obtienen también en las ciudades pequeñas.
Lidera la tabla de nuevo Santa Marta de Tormes, con un 33,31 por ciento de su núcleo urbano ocupado por zonas verdes ejecutadas, seguida también de nuevo por Ciudad Rodrigo, con el 30,58 por ciento.
En cambio, los siguientes puestos los ocupan ciudades mayores como Laguna de Duero, con el 28,59 por ciento; León, con el 23,03 por ciento; Valladolid, con el 23,01 por ciento, y Soria, con el 22,14 por ciento. Por debajo del 20 por ciento, pero superando la media autonómica, se encuentra Palencia, con 17,9 por ciento; Salamanca, con 16,46 por ciento; San Andrés del Rabanedo, con 16,32 por ciento, y Ávila, con 16,3 por ciento.
Ya por debajo de la media autonómica están Villaquilambre, con 13,74 por ciento; La Bañeza, con 12,13 por ciento; Aranda de Duero, con 12 por ciento; Astorga, con 11,70 por ciento; Ponferrada, con 10,76 por ciento; Segovia, con 10,5 por ciento, y Zamora, con 10,29 por ciento.
Cierran la lista, con menos del diez por ciento del núcleo urbano dedicado a zonas verdes ejecutadas: Medina del Campo, con 9,53 por ciento; Miranda de Ebro, con 9,09 por ciento; Burgos, con 8,72 por ciento; Arroyo de la Encomienda, con 6,92 por ciento; Benavente, con 6,75 por ciento, y Béjar, con 5,25 por ciento.
El estudio
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente evaluó la dimensión de las zonas verdes realmente existentes en las ciudades de la Comunidad. Se analizaron los 15 municipios con más de 20.000 habitantes y otros ocho que superan los 10.000 habitantes. De esa forma, la evaluación abarca un total de 23 municipios con más de 10.000 habitantes, que en conjunto suman el 56 por ciento de la población de Castilla y León.
La evaluación, realizada por el Centro de Información Territorial (CIT) de la Consejería, se elaboró cruzando y combinado varias fuentes cartográficas: la base de datos SIOSE (Sistema de Información de Ocupación de Suelo Europeo), que informa sobre los usos reales del suelo; la cartografía topográfica MAPACyL 5, que refleja los usos de la cubierta terrestre; el sistema SiuCyL, que recoge las capas de suelo urbano y urbanizable conforme al planeamiento urbanístico municipal; y la delimitación de los núcleos urbanos elaborada por el CIT combinando los datos del planeamiento urbanístico con la realidad construida.