La incidencia del COVID-19 en Castilla y León se disparó hoy un 46,8 por ciento con respecto al pasado Sábado Santo. En concretó se alcanzó una tasa de incidencia de casos acumulados a siete días de 112,82 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes, frente a los 76,83 del 3 de abril. Respecto a la tasa a 14 días, según la información de la Consejería de Sanidad recogida por Ical, también volvió a ascender hasta situarse en los 192,16 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 142,26 del pasado sábado, es decir, aumentó un 35 por ciento.
Segovia (372,04), Burgos (342,51) y Soria (275,64) son las provincias con mayor incidencia acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes de la Comunidad, y las tres se mantienen en ‘riesgo muy alto’. Palencia (243,89) y Valladolid (159,42), por su parte, se sitúan en ‘riesgo alto’; y Salamanca (146,4), León (120,72), Ávila (115,44) y Zamora (73,28), en ‘riesgo medio’.
En cuanto a la incidencia acumulada en 7 días, son Segovia (203,94), Burgos (199,92) y Soria (158,63) las que presentan peores tasas y están en ‘riesgo extremo’. Le siguen en ‘riesgo alto’ Palencia (124,13), Salamanca (101,14), Valladolid (84,89), Ávila (81,82) y León (75,59) se mantienen en ‘riesgo medio’; mientras que Zamora es la única en ‘riesgo medio’, con una tasa de 46,31.
También se produce un aumento en la tasa de incidencia acumulada de casos de COVID-19 en mayores de 65 años en las últimas dos semanas, que alcanza los 122,37, frente a los 93,37 de siete días atrás, y también sube en los registrados a siete días (71,21), frente a los 50,02 por cada 100.000 habitantes del 2 de abril.