La incidencia acumulada de COVID-19 a siete días en Castilla y León registró su segunda jornada de ascenso al situarse en 100,09 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 99,75 notificados ayer y los 99,07 del domingo, si bien en la variación intersemanal se sigue registrando un descenso de más de cinco casos, puesto que el pasado martes fueron 105,22 los registrados por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.

Según la información facilitada por Sacyl y recogida por Ical, la tasa a 14 días experimentó la evolución contraria, puesto que la variación intersemanal registró un importante ascenso, desde los 194,87 casos notificados el pasado martes a los 207,98 certificados hoy, mientras que la variación diaria experimentó un descenso de casi dos casos, puesto que ayer se notificaron 209,82.

Por provincias, Segovia con 368,13 casos, Burgos con 322,94 y Soria con 252,01 se mantienen en riesgo muy alto con respecto a la incidencia a 14 días, mientras que Palencia (213,95), Salamanca (197,12), Valladolid (172,48) y León (157,52) continúan en riesgo alto. En el nivel medio de riesgo permanecen Ávila (131,93) y Zamora (128,97).

En cuanto a la incidencia acumulada a siete días, también son estas dos últimas provincias las que registran los niveles más bajos, con 56,45 en el caso abulense y 63,90 casos en el zamorano respectivamente. Siguen a estas provincias, en riesgo alto, León (78,43), Valladolid (85,47), Palencia (98,55), Salamanca (101,44) y Soria (103,51). Por último, y ya en la zona de riesgo muy alto, se ubican las provincias de Burgos (146,23) y Segovia (188,30).