Un total de 1.332 buitres han sido censados en el Refugio de Rapaces y el Parque Natural y su entorno (entre Segovia, Burgos y Soria). De ellos, 15 son buitres negros y el resto leonados. Ambas especies aumentan su población año tras año.
Este Censo de Otoño, correspondiente al número 39, contó con la presencia de un total de 92 ornitólogos, procedentes de trece provincias españolas y de Italia.
De entre las rapaces diurnas también se observaron esmerejones, pero la mayor sorpresa fue un águila imperial joven, por primera vez para los censos de otoño. De las nocturnas, destaca un cárabo, además de la información sobre búhos reales y mochuelos. Se registraron al menos 14 especies de aves acuáticas en el embalse de Linares, humedales del sur de Burgos y algunos otros sitios. Desde rascones o fochas, hasta cercetas o patos cuchara; sin olvidar las garzas, grullas en paso migratorio, cigüeñas invernantes, etc.
Entre las aves esteparias es de enorme interés, dado el dramático declive de la especie, la observación de cuatro ‘chorlas’ (ortegas), por uno de los pastores del páramo del sur de Burgos que participan. También, una posible alondra ricotí escuchada en los páramos segovianos por uno de los guardas del Refugio.
Se detectaron, como mínimo, 38 especies de aves no paseriformes, desde perdices hasta el martín pescador. Y al menos 56 de aves paseriformes, cifra que seguramente será algo más alta en el informe final. Llama la atención un bisbita alpino, registrado por un biólogo de Barcelona. También, pinzones reales y lúganos, cinco especies de aláudidos, cuatro de zorzales, siete de córvidos, cuatro de gorriones, dos de estorninos, reyezuelos listados, aviones roqueros y acentores comunes, roqueros solitarios y herrerillos capuchinos, etc. Lamentablemente, el censo no encuentran a la collalba negra, que “parece estar rozando su extinción en la comarca, si es que no ha desaparecido ya de una amplísima zona entre Segovia, Burgos y Soria”.