El sindicato de enfermería Satse en Segovia denunció hoy la situación en la que se está atendiendo a los pacientes que requieren una cama de cuidados intensivos, a los que se les ha ubicado en el servicio de Reanimación dada la alta ocupación de las UCIs convencionales por pacientes COVID-19.
SATSE Segovia alertó que los trabajadores llevan meses advirtiendo a la Dirección del Complejo Hospitalario que es imposible atender de manera adecuada si de las 12 camas de la REA sólo tres están habilitadas con telemetría, o lo que es lo mismo, una conexión directa de las constantes vitales del paciente a los ordenadores del control de enfermería que posibilita que una enfermera pueda llevar el control de varios pacientes ingresados.
Según el sindicato de enfermería, actualmente los pacientes que ocupan una cama que no está habilitada con este sistema no tienen un control continuo centralizado por parte de las enfermeras, algo necesario mientras atienden a otros pacientes. Las profesionales sanitarias pueden tener asignado hasta siete pacientes si se trata de reanimación y entre dos y tres en la UCI. “El no disponer en todas las camas de telemetría supone un riesgo evidente para la seguridad y salud de los pacientes ingresados”, subrayaron.
De la misma manera, los trabajadores de este servicio de Reanimación llevan meses denunciando el mal funcionamiento de los respiradores que tienen habilitados, ya sea por que son respiradores muy antiguos o se encuentran averiados, así como tener diversas averías e incidencias que están poniendo en riesgo la salud de los pacientes, explican fuentes sindicales en un comunicado.
Desde SATSE Segovia explicaron que dejan de funcionar de repente o se desprograman los modos ventilatorios, sin que los propios profesionales puedan entender la causa, situación que requiere una intervención urgente e inmediata por parte de los enfermeros del servicio que tienen que ventilar con ambú, sin contar con los suficientes, hasta que se logra poner de nuevo en funcionamiento el respirador. “Hoy sin ir más lejos, ha fallado otro respirador y ha sido necesario cambiarlo”, sentenciaron.
SATSE denuncia la gravedad de esta situación para los pacientes, así como el estrés que supone para los profesionales trabajar en estas condiciones, máxime cuando la Gerencia del hospital ha tenido más de diez meses para solventarlo. «Profesionales de Enfermería a los que de nuevo se les está informando con una nota interna dirigida a todos los trabajadores de la Gerencia, que debido a la falta de profesionales suficientes va a ser necesario suspender permisos que previamente habían sido concedidos según las incidencias que vayan surgiendo».
Una directriz a la que hay que añadir que ya se estaba solicitando que de manera voluntaria renuncien a sus días, ya sea de vacaciones pendientes de disfrutar, asuntos propios u otro permiso.» La mala gestión y previsión continua de esta Gerencia está agotando a los profesionales sanitarios, máxime cuando en la segunda ola del COVID la provincia de Segovia, y con ello su Complejo Hospitalario y centros de salud no han sido de los más golpeados habiendo podido propiciar el descanso en ese momento de los trabajadores y dar respuesta a todos los problemas existentes».
SATSE Segovia subrayó que «el esfuerzo por frenar esta pandemia realizado por las diferentes administraciones sanitarias no está siendo proporcional el sobreesfuerzo realizado por los profesionales sanitarios y estos profesionales “están exhaustos y al límite de sus fuerzas”.