La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró hoy que los cribados masivos dejarán de realizarse, salvo en el caso de brotes localizados de una variante que precise de especial vigilancia, y se centralizarán en los centros de salud, ya que argumentó necesitan muchos profesionales para llevarse a cabo.
En una comparecencia para analizar la situación epidemiológica, la titular de Sanidad expuso que los expertos les recomiendan hacer cribados asistenciales y no masivos y añadió que en este momento la prioridad para su departamento es «vacunar, vacunar y vacunar».
La consejera añadió que en la Comunidad existe transmisión comunitaria del COVID-19 y añadió que en los cribados masivos acude solo el diez por ciento, aunque entre ellos se detecten positivos. Sin embargo, apuntó que existe un nueve de efectivos «tan importante», que prefiere dedicar esos recursos a vacunar, por ser «más coste efectivo».
Finalmente, Verónica Casado aclaró que se llevarán a cabo en un colegio mayor o en otro centro si existe un foco de contagio determinado, pero rechazó hacer cribados para que quien se haga un test con resultado negativo se vaya por la tarde «al botellón», porque eso «no sirve para nada».