El número de tarjetas sanitarias del Sistema Regional de Salud (Sacyl) al concluir el año 2020 era de 2.311.282, lo que supone que había 9.091 menos que en 2019. Una caída que viene marcada por el impacto de la pandemia del COVID-19 con un incremento de las personas fallecidas en Castilla y León. De las 9.000 tarjetas menos contabilizadas por la Consejería de Sanidad, un total de 5.836 corresponde a las áreas de salud de Zamora (1.662), Salamanca (1.477), León (1.432) y el Bierzo (1.265) mientras que ganan usuarios las provincias de Soria (199) y Segovia (ocho) por el efecto de los desplazados por la crisis sanitaria.
En todo caso, el impacto de las personas procedentes de otras comunidades que solicitaban atención médica ha provocado que la caída de tarjetas sanitarias en 2020 haya sido la baja de los últimos años. Según los datos consultados por la Agencia Ical, los 9.091 pacientes menos que ha dejado de atender el sistema sanitario público de la Comunidad son más de la mitad de los que se perdieron a lo largo de 2019 (-22.941), inferior a los de 2018 (-11.233) y muy por debajo de la cifra de tarjetas sanitarias que se dejaron de emitir (-25.560). Unos descensos que, cada ejercicio, vienen marcados por el saldo vegetativo negativo en Castilla y León, al registrar más defunciones que nacimientos, relacionada con la población envejecida.
La estadística de fallecimientos totales, publicada la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), recogía que Castilla y León había contabilizado el año pasado un total de 36.907 fallecimientos. Fue una cifra un 28,8 por ciento más alta que un año antes, después de registrar un exceso de exceso de 8.269 muertes, principalmente a causa de la alta incidencia causada por el COVID-19 desde el mes de marzo.
El sistema sanitario de Castilla y León atendió en octubre pasado a 71.400 pacientes desplazados desde otras comunidades, una cifra que casi cuadruplicaba el número de personas que estaban en esta situación en marzo, al inicio de la pandemia del coronavirus, 20.587. Unos datos que demostraban que muchas personas, sobre todo originarios de la Comunidad, que habían acudido a sus segundas residencias decidieron quedarse aquí después del verano, cuando se registró el pico de gente procedentes de otros lugares que solicitaban atención médica en alguna de las nueve provincias.
No en vano, en agosto fueron 131.019, un récord histórico que hablaba de que las vacaciones de verano de 2020, en caso de haberlas disfrutado, fueron en el pueblo. Pasados los calores otoñales, 39.056 de estas esas personas con tarjetas sanitarias retornaron a sus hogares de origen, pero 71.400 permanecieron en la Comunidad para hacer frente a las nuevas olas de la pandemia.
Madrid era la autonomía con un mayor número de pacientes ‘prestados’ a la Comunidad con 43.421, lo que suponía el 47 por ciento del total. Una cifra que multiplicaba por cinco los que había en marzo (8.651), según los datos de la Consejería de Sanidad recabados por Ical. La cifra en agosto fue mucho mayor, cuando llegó a sobrepasar los 60.000, pero desde entonces ahora 20.638 han iniciado el camino de vuelta.
También el ‘éxodo’ generado por la pandemia hizo mella en el País Vasco que multiplicó también por seis el número de pacientes atendidos en Castilla y León. 20.268 ciudadanos de aquella comunidad tenían tarjeta de desplazados en Sacyl cuando en marzo eran apenas 3.328 y eso que en los meses de septiembre y octubre 9.890 personas regresaron a después de disfrutar del agosto de la meseta, cuando llegaron a ser más de 30.000 los desplazados.
Procedentes de Cataluña aún se contabilizaron en octubre en Castilla y León 7.998 tarjetas sanitarias, una cifra muy por encima de las 1.206 desplazados de aquella comunidad que residían habitualmente en las nueve provincias. En el verano sobrepasaron los 12.000, pero han retornado 4.050.
La Comunidad cerró el año pasado con un 0,39 por ciento menos de tarjetas sanitarias frente al descenso del 0,97 por ciento registrado en 2019 aunque es un porcentaje similar al de 2018 (-0,4 por ciento) y una tercera parte menos que en 2017 (-1,07 por ciento). En comparación interanual, Zamora fue la provincia que, porcentualmente, perdió más tarjetas el año pasado, con un descenso del 1,04 por ciento. No en vano, pasó de las 158.835 de 2019 a las 157.173. También rondó el uno por ciento el área de salud del Bierzo, con una caída del 0,97 por ciento, hasta las 128.394, seguida de Palencia (0,71 por ciento, hasta 152.566), León (0,47 por ciento, hasta 303.102) y Salamanca (0,45 por ciento, hasta 320.190). Por debajo de la media regional del 0,39 por ciento, se situaron Valladolid Oeste, que sufrió una bajada del 0,33 por ciento (260.763); Ávila (0,23 por ciento, 148.786) y Burgos (0,23 por ciento, 348.333). La menor caída se registró en el área de Valladolid Este, con un descenso del 0,12 por ciento, hasta los 258.811 usuarios.
En el lado contrario, al registrar aumentos, fueron las áreas de salud de Segovia, con un exiguo 0,005 por ciento, tras ganar ocho tarjetas sanitarias, hasta las 145.775, mientras que en Soria subió un 0,22 por ciento, tras contabilizar 199 pacientes más, hasta las 87.389.
Las 2.311.282 tarjetas sanitarias expedidas por Sacyl supone una cobertura de aseguramiento público del 96,5 por ciento del total de la población de Castilla y León. No en vano, las cifras oficiales de población (Estadística del Padrón continuo del INE), a 1 de enero de 2020, recogían 2.393.285 habitantes en la Comunidad. Una tasa que, según los cálculos de Ical, oscila entre el 99,7 por ciento de la provincia de Valladolid y el 98,3 por ciento de Soria y el 92,1 por ciento de Zamora. Entre medias, el 97,3 por ciento de cobertura de la provincia burgalesa y el 97,2 por ciento de Salamanca, seguidas del 94,9 por ciento en Segovia; el 94,5 por ciento en León y el 94,3 por ciento de Ávila.
El informe de Cobertura del Sistema de Aseguramiento, que forma parte del Plan Estadístico de Castilla y León, incorpora tanto la información registrada en la base de datos de usuarios y tarjeta sanitaria de Sacyl como la aportada por las mutualidades de Muface (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado), Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armadas) y Mugeju (Mutualidad General Judicial).
La administración sanitaria de la Comunidad emite una tarjeta sanitaria individual con soporte informático o un formulario de acceso a la asistencia, a las personas residentes en su ámbito territorial que tengan reconocido el derecho a la asistencia sanitaria por el Instituto Nacional de la Seguridad Social/Sistema Nacional de Salud (INSS/SNS). Asimismo, disponen de tarjeta sanitaria individual los mutualistas de Muface, Isfas y Mugeju que hayan optado por recibir asistencia a través del sistema público. Una tarjeta que es válida para todo el Sistema Nacional de Salud.