La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, destacó hoy que el nuevo modelo de gestión del lobo “no debe representar un problema, sino afianzar su convivencia con las actividades agropecuarias”, así como “mejorar la atención a los daños por depredación que puedan registrarse en las zonas donde coexistan, así como una respuesta homogénea en aquellos territorios con mayor presencia de la especie”, informa Ical.
En el transcurso de un encuentro con representantes de las organizaciones profesionales agrarias Asaja, COAG y UPA, la vicepresidenta reiteró su “apoyo expreso” a la agricultura y la ganadería extensiva como una “práctica preferente y compatible con la conservación de la biodiversidad en el medio rural y su contribución en la modernización de los sectores tradicionales y para fijar población en el territorio”.
En este sentido, Ribera animó a las opas a tomar “parte activa” en el proceso de elaboración de la nueva estrategia de gestión del lobo ibérico. Para ello, acordó con el sector entablar de manera periódica un diálogo estable para abordar los retos y las oportunidades en materia de sostenibilidad y reto demográfico.