El consentimiento informado publicado por la Junta de Castilla y León, dirigido a personas menores de 60 años que han sido vacunadas frente al COVID en primera dosis con AstraZenecea para recibir la segunda con la misma marca, recoge que el paciente es conocedor de sus ventajas y reacciones adversas como el «infrecuente» riesgo de desarrollar un síndrome de trombosis con trombocitopenia. En cuanto a la segunda dosis de Pfizer, solo habla de ventajas y reacciones adversas. El documento se completa con la tercera opción en que la persona rechaza recibir una segunda dosis de vacuna frente a COVID «con cualquiera de las dos vacunas que me ofrecen».
Un anexo de Sanidad precisa que los ensayos clínicos con la segunda dosis de AstraZeneca en los que han participado decenas de miles de personas han mostrado una «elevada» protección frente a la enfermedad en las personas que recibieron la vacuna. En este sentido, añade que la Comisión Europea, tras la evaluación realizada por la Agencia Europea de Medicamentos, acredita la «seguridad» y «eficacia» de esta vacuna.
No en vano, señala que el análisis combinado de tres ensayos clínicos mostró que cuando se administran dos dosis de AstraZeneca con al menos 12 semanas de diferencia, la efectividad para prevenir la infección por coronavirus (con o sin síntomas) fue del 60 por ciento, para prevenir COVID-19 (enfermedad sintomática) fue del 81 por ciento y la eficacia para prevenir la hospitalización por COVID-19 fue del cien por cien.
Pese a ello, la Junta recoge que la vacuna de Oxford puede provocar reacciones adversas «muy raras», cifrada en menos de un caso por cada 10.000 personas, como la trombosis (formación de coágulos de sangre) con trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en sangre). «Se han notificado casos graves y muy raros de trombosis en combinación con trombocitopenia después de la comercialización de la vacuna. Estos incluían trombosis venosas tales como trombosis de los senos venosos cerebrales, trombosis de las venas esplácnicas (afectan a una o más venas de los órganos abdominales) y trombosis arteriales», declara. En todo caso, apunta que la «mayoría» de los casos sucedió durante los primeros 14 días tras la vacunación y en menores de 60 años; algunos de los casos fueron mortales.
La Consejería de Sanidad subraya que el paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, «después de recibir la información adecuada», entre las opciones clínicas disponibles. Además, precisa que toda persona tiene derecho a negarse al tratamiento y que su negativa constará por escrito, mediante un documento, y tras haber recibido información sobre las «ventajas» e «inconvenientes» de las vacunas Vaxzevria de AstraZeneca y Cominarty de Pfizer.
En todo caso, el consentimiento de la Dirección General de Salud Pública deja claro los «riesgos» para la salud del paciente y del colectivo que tendrían no completar las dos dosis de vacuna que están pautadas.