Segovia (tanto la ciudad como la provincia) tiene una identidad muy marcada, fruto de su historia, su geografía y su forma de vida. Los segovianos tenemos fama de ser gente recia y, al parecer, hablamos claro, sin rodeos, y si no nos gusta algo, la gente del entorno lo notará enseguida. No obstante, nuestras peculiaridades van más allá. Si le preguntas a ChatGPT qué es lo que más caracteriza a los segovianos, te dirá lo siguiente:
Orgullo por la tradición, la tierra y la gastronomía
Los segovianos suelen mostrar un fuerte apego por su tierra, sus pueblos y su historia. La presencia de monumentos como el Acueducto romano, el Alcázar o la Catedral en la ciudad, y de castillos, iglesias románicas y arquitectura popular en la provincia, refuerza ese sentimiento de identidad. Pero la gastronomía también forma parte de su orgullo local: aman el cochinillo, «al que tratan casi como a un santo patrón», y el cordero lechal, y el ponche segoviano es un emblema regional; pero también sienten un gran aprecio hacia otros productos locales, tales como los judiones, los chorizos o «un buen vino de la tierra». Tanto en la ciudad como en la provincia, la mesa es un lugar de encuentro y celebración.
– El Cochinillo de Segovia ya es oficialmente Indicación Geográfica Protegida –
El carácter recio
En los pueblos, «la gente es más seria de primeras». «Sobre todo en los pueblos de la sierra y la meseta, la vida ha sido históricamente dura por el clima frío y los inviernos largos», lo que «ha marcado un carácter práctico, directo y a menudo sobrio», menciona la IA. Pero, «cuando hay confianza, la gente es muy hospitalaria y cercana». En los pueblos de Segovia todavía se cumple aquello de que la puerta de la casa siempre está abierta, por si pasa un vecino.
Relación con el entorno rural
También tienen un aprecio contradictorio hacia su clima. Es célebre la frase “aquí tenemos nueve meses de invierno y tres de infierno”. Además, en la provincia se vive muy vinculada la identidad al campo y la sierra con insignias naturales y paisajísticas de referencia como la Sierra de Guadarrama, la de Ayllón y los pinares de Valsaín, muy atractivos para la producción cinematográfica. También existe una tradición ganadera y agrícola que todavía marca la vida en muchos pueblos.
Por último, ChatGPT resalta que los segovianos de ciudad se ven a sí mismos un poco más finos y cosmopolitas, pero en el fondo, tanto en la capital como en el último pueblo de la sierra, todos comparten esa mezcla de castellanos sobrios, orgullosos y hospitalarios… y siempre dispuestos a discutir sobre dónde se come el mejor asado.
En resumen, los segovianos se caracterizan por ser castellanos orgullosos de sus raíces, sobrios y hospitalarios, amantes de su gastronomía y de sus tradiciones, y muy ligados a su tierra y a su historia.