La vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama alberga pueblos perfectos para disfrutar de todo el esplendor que ofrece este conjunto montañoso. Localidades que combinan naturaleza, historia y tradición en perfecta armonía.
La cascada de ‘El Chorro’ Navafría, los pinares de Valsaín o los senderos que comunican pequeños pueblos serranos son perfectos para disfrutar en cualquier época del año. Pero, la gastronomía es otro atractivo irresistible: el cochinillo asado, los judiones de La Granja o los embutidos serranos son algunos de los platos más representativos. A esto se suma la celebración de fiestas populares, mercados medievales y tradiciones que mantienen viva la identidad local.
Siete pueblos de Segovia para disfrutar de la Sierra de Guadarrama
La Granja de San Ildefonso
Sin duda, se trata de uno de los destinos más célebres y conocidos de Segovia. El Palacio Real y sus jardines convierten a este pueblo en una auténtica joya histórica. Por su parte, la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso representa uno de los edificios industriales europeos más importantes del siglo XVIII e invita a conocer la técnica tradicional del vidrio soplado.
A su alrededor, los montes de Valsaín ofrecen senderos y rincones de gran valor natural. ¡Y qué decir de su gastronomía! Los judiones de La Granja es su plato insignia, y una delicia que ningún turista debe perderse.
– En la cima te espera un trono: ascenso a la silla del Rey –

Valsaín
Es una pequeña localidad rodeada de los famosos pinares que llevan su nombre. Ideal para quienes buscan rutas tranquilas y naturaleza en estado puro. Sus antiguas casas y la historia vinculada a la realeza añaden atractivo. Las ruinas del Palacio de Valsaín son un punto de interés.
– Un paseo por los montes de Valsaín –

Navafría
A los pies de la sierra, este pueblo es perfecto para quienes quieren combinar descanso rural con actividades en la naturaleza. Destacan la cascada de ‘El Chorro’ y las charcas naturales en verano. También está el Museo Etnográfico Martinete de la Fundición de Cobre en la localidad. Este martinete es el último de Europa que bate el cobre a mano y fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León el 17 de diciembre de 1998.
– El Martinete de Navafría, un museo vivo para conocer –

Sotosalbos
De fuerte carácter medieval, sorprende con su iglesia románica de San Miguel Arcángel. Sus calles empedradas y la arquitectura serrana hacen que sea uno de los pueblos más pintorescos.
Sus paisajes, especialmente en primavera y verano, se tiñen de colores vibrantes, con campos floridos que recuerdan las postales más idílicas de la Toscana. Y, como en toda buena experiencia toscana, la gastronomía de Sotosalbos no se queda atrás, pues sus fogones ofrecen los sabores auténticos de la tierra. Los asados del Restaurante Alejandro Manrique son una recomendación indiscutible.
– «No es la Toscana, es Sotosalbos»: La esencia italiana que florece en Segovia –

Pedraza
Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, su recinto amurallado, la Plaza Mayor y el castillo conforman un conjunto monumental único. Pero, además, Pedraza bulle de animación y vida cultural, con buenos restaurantes y grandes acontecimientos anuales como los Conciertos de la Velas que se celebran en julio.
– El pueblo más bonito de Segovia, según la Inteligencia Artificial –

Turégano
Dominado por su imponente castillo-fortaleza, mezcla la arquitectura militar y religiosa. Un lugar lleno de historia, con una plaza mayor muy animada.

El Espinar
En el límite con la Comunidad de Madrid, ofrece paisajes de montaña y bosques perfectos para el senderismo. Es un buen punto de partida para rutas en la vertiente segoviana de Guadarrama. En esta masa forestal domina el pino silvestre, junto a robledales de uso ganadero, encinares, bosques de ribera que crecen al lado de los ríos y el impresionante pastizal de Campo Azálvaro.
Cada año, en el mes de marzo, se celebra la Fiesta de los Gabarreros, un evento para dar a conocer este oficio tradicional. Durante las exhibiciones, se pueden ver diferentes tipos de cortes de leña, el arrastre de pinos o cómo los cargan sobre las mulas.













