La empresa Collosa y la Universidad de Valladolid están llevando a cabo un proyecto pionero denominado ‘Proyecto Vintro’.
«Permitirá detectar y cuantificar la cantidad de sal residual que permanece en el asfalto tras los tratamientos de vialidad invernal a los que son sometidas las carreteras cuando se presentan bajas temperaturas», informa Ical.
El proyecto comenzó a desarrollarse el pasado invierno y tanto la compañía como la institución académica vallisoletana han focalizado los esfuerzos de sus laboratorios de I+D+i «con el objetivo de alcanzar resultados que permitan, sobre todo, optimizar la dotación de sal sobre las vías y reducir el número de tratamientos preventivos sobre las mismas para lograr, de este modo, una mejora en la seguridad de los conductores y el cuidado del medio ambiente».
Actualmente, el proyecto se encuentra centrado en “medir la sal residual en todo el ancho del carril y en esta campaña invernal se quieren hacer ya pruebas con el prototipo nuevo”. La compañía ha indicado que su intención es que entre diciembre y marzo se puedan hacer pruebas; de marzo a noviembre se modificará y perfeccionará el prototipo para mejorar los compuestos; y en la campaña invernal de 2022-2023 se terminará de analizar todos los resultados y mejorar “allá donde sea necesario”. La conclusión del estudio está prevista para junio de 2023.
El funcionamiento de “este prototipo tiene que adaptarse a los distintos vehículos que lo acompañan para, posteriormente, avisar al camión que viene detrás y que este determine la cantidad de sal que debe echar sobre la vía”.
“Cuando llega el invierno, los empleados de conservación de las carreteras han de salir a tratarlas en cuanto la temperatura exterior llega a los 2 o 3 grados centígrados que es cuando puede comenzar a formarse hielo; uno de los principales enemigos de los conductores y de la seguridad vial. Nosotros, en nuestro trabajo cotidiano, hemos de garantizar en todo momento que la vía se encuentre en perfecto estado para evitar accidentes”, afirman desde Collosa.