El Laboratorio de Prodestur, el organismo dependiente de la Diputación de Segovia, está realizando un catálogo sobre las fuentes existentes en el territorio incluido dentro del grupo de acción local Segovia Sur.
Del trabajo se están encargando seis personas contratadas durante seis meses gracias a una subvención concedida por el Ecyl de la Junta de Castilla y León. Los operarios salen prácticamente todos los días a realizar ese inventario y a tomar analíticas de los distintos manantiales.
Las fuentes tiene una gran importancia en la historia de Segovia, pues han hecho posible tradicionalmente el asentamiento de comunidades alrededor de ellas. Muchas de ellas han sido recuperadas y están actualmente en uso, otras están deterioradas y algunas en completo abandono.
Prodestur, el departamento que encabeza Magdalena Rodríguez, entiende que las fuentes son además construcciones muy interesantes por el ingenio que muchas veces se aplicó en su instalación, el papel que jugaron en la comunidad y el legado artístico que supone el trabajo de cantería que muchas poseen.
El Laboratorio ha elegido la comarca de Segovia Sur por la belleza del paraje y por su proximidad a la sierra, lo que garantizaba un mayor número de fuentes.
El trabajo incluye también la contabilización y catalogación de otros espacios creados con la finalidad de aprovechar el agua, como lavaderos, fuentes, abrevaderos para el ganado, aliviaderos, conducciones en superficie o canales de riego.
Más de un tercio
Los trabajadores han catalogado ya las fuentes y esos otros espacios relacionados con el agua de más de un tercio de los 51 municipios y 113 núcleos de población que engloba Segovia Sur. En concreto, han estado ya en La Matilla, Valleruela de Sepúlveda, Rebollo, Puebla de Pedraza, Muñoveros, Arevalillo de Cega, Pajares de Pedraza, Tejadilla, Sanchopedro, Revilla, La Velilla, Rades de Abajo, Huerta, Arcones, Arconcillo, Cañicosa, Matabuena, Requijada, La Mata de Rosuero, Valle de San Pedro, Torreval de San Pedro, Navafría, Ceguilla, Gallegos, Losana, Tenzuela, Santo Domingo de Pirón, Sotosalbos, Pelayos del Arroyo, Torreiglesias, Otones de Benjumea, Villovela de Pirón, Parral de Villovela, Peñarrubias de Pirón, Pinillos de Polendos, Escobar de Polendos, Muñoveros, Puebla de Pedraza y Caballar.
«Primero estamos localizando los puntos. Después cogemos diferente información como de dónde viene ese agua y de por qué es conocido. Hacemos también fotos del entorno y de la propia fuente», continúa Ana Escorial.
Los seis trabajadores contratados han sido divididos en tres grupos. Dos de ellos se dedican a la toma y recogida de datos, mientras que el tercero se centrará en la informatización y tratamiento de los mismos
De las cuatro fases previstas en este proyecto de catalogación, se han acometido ya las dos primeras respecto a más del tercio de núcleos urbanos, es decir, la localización de las fuentes, la toma de datos sobre las mismas y la recogida de muestras, así como el análisis de los principales parámetros de calidad y contaminación del agua, labor esta última que se realiza solo en las fuentes, no en el resto de los espacios creados para aprovechar el agua.
Además de la recogida de datos en los municipios que restan, faltaría el análisis y tratamiento de todos los datos obtenidos y de los que se recogerán, así como la elaboración de un mapa de calidad de agua e inventario de fuentes, y del resto de construcciones relacionadas con el agua, de toda la comarca.
Foto: Fuente la covatilla en Torreiglesias