El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, ante la detección de un notable aumento de algas en la desembocadura del río Eresma con el embalse de El Pontón Alto, ha trasladado a la población de peces que allí se encontraban a otras zonas del río.
A la par, los trabajadores de Medio Ambiente han realizado una extracción de una muestra representativa de ictiofauna para comprobar el estado de los peces, según ha informado la Delegación Territorial de la Junta en Segovia.
El pasado 3 de agosto, la Confederación Hidrográfica del Duero alertó al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la existencia de este crecimiento rápido y acumulado de algas en la desembocadura del río Eresma con el embalse El Pontón Alto.
La acumulación de algas puede provocar la creación de cinobacterias, organismos que pueden restringir la penetración de la luz solar y limitar la producción de oxígeno en el agua, lo que afecta a la fauna piscícola. Las cinobacterias también son conocidas como algas azules-verdes, ya que su proliferación puede teñir el agua de verde.
Al día siguiente tras recibir el aviso, los agentes medioambientales se trasladaron al lugar, donde ratificaron la presencia de dichas algas en el agua. También observaron una alta concentración de truchas en la zona, debido a que se había localizado una barrera de origen atrópico que impedía el remonte de los peces agua arriba. Ambas situaciones llevó a la movilización de ejemplares de truchas a masas de agua más seguras para la fauna.
Un equipo de pesca eléctrica del Servicio Territorial de Medio Ambiente, formado por cinco agentes medioambientales, un celador de Medio Ambiente y un técnico de la Sección de Caza y Pesca, se desplazó a la zona con el objetivo de trasladar a los peces a puntos más seguros del río. También se procedió a la recogida de una muestra ictícola.
Durante el periodo estival, las altas temperaturas reducen la movilidad de las truchas. Esto conlleva que, como medida preventiva ante un posible impacto sobre la biomasa piscícola, se suela ejecutar la extracción de los peces a través de pesca eléctrica para trasladarlos a un punto cercano donde el agua cuente con mejores condiciones.
El personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia evaluó posteriormente la lámina de agua para observar la evolución de este episodio de proliferación de algas. Actualmente, los resultados obtenidos son positivos y se ha comprobado que la ‘bacteria-alga’ ya ha desaparecido y el agua se encuentra en óptimo estado.