Los profesionales sanitarios que trabajan durante los meses verano a menudo tienen que asumir las agendas de sus compañeros, alargar sus jornadas laborales y aumentar sus días de trabajo para poder cubrir todos los turnos y consultas. En concreto, el Sindicato de Enfermería, SATSE, informa de que preocupa la falta de matronas que sufre el Sistema Nacional de Salud en esta época del año.
Según este sindicato, «la falta de suficientes matronas provoca el atraso y la suspensión de consultas, programas, talleres formativos y servicios». Además, esta situación les puede llegar a provocar «efectos perjudiciales en la salud» y, a menudo, «les imposibilita que puedan conciliar su vida laboral y personal».
Problemas por la falta de matronas
SATSE informa de que «no se cubren de forma adecuada las plazas de los profesionales que se van de vacaciones o cursan baja por una enfermedad u otra circunstancia». Como resultado, hay «una sobrecarga de trabajo y un mayor estrés y desgaste físico y psicológico para las matronas que trabajan en verano». Esto conlleva «una peor atención a las mujeres que requieren de sus cuidados. No solo en el momento del parto sino durante todas las etapas del embarazo».
Además de la labor asistencial que desarrollan, las matronas realizan numerosas actividades educativas y preventivas sobre la salud sexual y reproductiva de la mujer. También colaboran en la detección de algunos tipos de cáncer (cérvix, genital y mama principalmente) y en la detección de alteraciones funcionales relacionadas con el suelo pélvico.
Sin embargo, «cada vez resultará más difícil realizar estas actuaciones si faltan recursos humanos», concluye SATSE.
Una ratio mucho inferior a la de la OCDE
El informe “Profesionales de Enfermería. Oferta-Necesidad 2010-2025” del Ministerio de Sanidad apunta a una ratio de 12 matronas por cada 1.000 nacimientos en España. Esta ratio es bastante menor que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con 25 matronas por cada 1.000 nacimientos.
Se trata, por lo tanto, de un «problema presente a lo largo de todo el año que se agudiza y empeora durante los meses de verano».