El Festival de Segovia, organizado por la Fundación don Juan de Borbón, cerró anoche su cuadragésima edición con una espectacular actuación de la cantaora onubense Argentina, más de dos horas del mejor flamenco, con las que la artista se sacó la espina de la suspensión del año pasado.
En el verano de 2014, la prevista actuación de Argentina en el patio de Armas del Alcázar tuvo que ser suspendida, tras una larga y expectante espera, a causa de una lluvia torrencial. La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, presidenta de la Fundación, se comprometía a recuperar el espectáculo, ‘Un viaje por el cante’, para la siguiente edición.
Al fin, un año después, Argentina llegaba ayer al Alcázar con la intención de “sacarme la espina del año pasado” y de “darlo todo”, según explicó ella misma ante un público que llenó el aforo y que terminó rendido a la voz y la potencia interpretativa de la onubense.
A lo largo de más de dos horas, Argentina recorrió muchos de los más importantes palos del flamenco con una voz rotunda y riquísima en matices, perfectamente arropada por Jesús Guerrero a la guitarra (falló, por enfermedad, su otro guitarrista habitual, Bolita), y Torombo y Emilio Castañeda a las palmas.
La onubense cantó por martinetes, por tangos, por serranas, por fandangos… Recordó al Cojo de Málaga para introducir los cantes levantinos (cartageneras y levanticas) y a El Gallina y su tierra de Andújar para cantar por cañas y polos.
Con su aire de cantaora antigua, Argentina no dejó de dedicar a Segovia una granaína, “no la tenía prevista, pero esta tierra, que me parece muy inspiradora para el flamenco, me recuerda a Granada, y quiero cantaros por granaínas esta noche”.
Ya casi al final apareció sobre el escenario la bailaora María Canea, solo unos minutos, pero que bastaron para dejar testimonio de su elegancia y la técnica de su baile. Con el público puesto en pie, Argentina se despedía con dos bises, unos fandangos de Huelva, como buena onubense, y una sobrecogedora versión de ‘María la Portuguesa’, que despertó otra gran ovación de los espectadores, en una noche de flamenco inolvidable.
Por la tarde decía adiós el Festival Joven, en su vigésima edición, con la presencia de la Orquesta Infantil y Juvenil EOS en el Jardín de los Zuloaga, con un programa titulado ‘Una orquesta de película’ y que incluía fragmentos de algunas de las películas más conocidas de distintas épocas.
Y por la mañana, despedida también del Curso Intensivo de Clarinete que ha dirigido esta semana el clarinetista segoviano Marino Delgado, organizado por El Apuntador Comunicación Cultural, con la colaboración de la Fundación don Juan de Borbón y el Ayuntamiento.
El curso, que ha desarrollado sus clases en la iglesia de San Nicolás, se cerró en San Juan de los Caballeros con una conferencia del propio Marino Delgado titulada ‘Actuar bajo presión’, sobre el control del estrés en el músico.
Texto: Ana San Romualdo
Foto: Argentina en una imagen tomada de su web www.argentinaweb.es