La producción de trucha empieza a recuperarse después del descenso registrado en los últimos años en la mayor parte de las comunidades autónomas, según constatan las empresas de la industria acuícola continental y que participaron en las jornadas sobre Acuicultura Sostenible desarrolladas en Segovia.
La situación del sector fue abordada durante las jornadas organizadas por la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA) en la provincia de Segovia y que más tarde se trasladan a Guadalajara.
Castilla y León –la segunda mayor productora de trucha arco iris después de Galicia- pasó de producir 6.324 toneladas en 2007 a unas 5.600 en 2009. Los resultados son similares en el caso de Castilla-la Mancha, dónde hace cuatro años la producción de trucha alcanzó las 2.705 toneladas hasta reducirse en 2009 a 907, según los datos de la Junta Asesora de Cultivos Marinos (Jacumar).
Sin embargo, en la actualidad el sector constata una recuperación. El director de la Fundación OESA, Javier Remiro, señaló que las empresas que han logrado llegar hasta nuestros días “se encuentran posicionadas estratégicamente de cara incremento de la demanda que empieza a apreciarse motivado principalmente por la recuperación de las exportaciones, lo que provoca una disminución del producto disponible y en consecuencia una mejora en los precios de venta”.
En la misma línea se pronunció el director general de la empresa Industrias Industrias Piscícolas Españolas Agrupadas, Carlos San Miguel, que mostró el funcionamiento de la piscifactoría de Fuentidueña.
Entre otros datos, señaló que mientras en Italia se dedica el 70 por ciento de la producción piscícola a actividades deportivas y desarrollo, en España se queda en el 5 por ciento.´
La empresa Industrias Industrias Piscícolas Españolas Agrupadas (Ipeasa) cuenta con plantas en Fuentidueña (Segovia), en Bobadilla (La Rioja), en Vozmediano (Soria) y en Castrillo de Porma (León).