
Despiezado piedra a piedra, parte del monasterio de un pueblo de Segovia fue llevado a Estados Unidos, y actualmente está montado en Miami (Florida). Allí es conocido como The Spanish Ancient Monastery (El Antiguo Monasterio Español), y en él se celebran bodas y banquetes.
El responsable del traslado fue William Randolph Hearst, magnate de la prensa y los medios estadounidenses y coleccionista de arte, que en 1925 adquirió el claustro, la sala capitular y el refectorio de los monjes del monasterio.
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Por tanto, parte del Monasterio de Santa María la Real de Sacramenia permanece en su emplazamiento original: en el llamado Coto de San Bernando, a pocos kilómetros de la localidad segoviana de Sacramenia.
Así, la provincia de Segovia aún conserva la iglesia del monasterio, pues el empresario estadounidense «solo» se llevó algunas de sus más notables dependencias.

Historia del Monasterio de Santa María la Real de Sacramenia
Pese a ser poco divulgado y conocido, la historia de este monasterio es digna de estudio.
Alfonso VII, introductor del Císter en España, fundó el monasterio en 1141 y asentó en el mencionado lugar a monjes venidos de Francia. Tal y como explica Nostra et Mundi, el monasterio cisterciense fue erigido entre finales del siglo XII y principios del XIII, pero la iglesia no se construyó hasta finales del XIV y principios del XV.
Con algunos altibajos (como un incendio en 1647) y diversos deterioros, la abadía permaneció activa hasta que en 1835 se produjo la Desamortización de Mendizábal, lo que supuso la venta y enajenación de sus bienes.
El monasterio y sus pertenencias pasaron por distintas manos hasta que llegó la oferta de compra realizada por Arthur Byne, agente de compras en España de W.R. Hearst. Tras la venta, rápidamente se iniciaron los trabajos de desmontaje y traslado del monasterio, a excepción de la iglesia. En total, se llevaron a Estados Unidos 35.784 piedras.
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Tal y como se recoge en la obra ‘En el cincuentenario de la muerte de Arthur Byne’ (1985) de José Miguel Merino de Cáceres, el traslado tuvo bastantes inconvenientes, entre ellos las denuncias del Ministerio de Bellas Artes, pero Arthur Byne logró con su influencia «acallar a la prensa y el trabajo pudo seguir adelante». También ejerció una influencia directa sobre el titular del Ministerio (en aquel entonces Eduardo Callejo de la Cuesta) para obtener los permisos.
El remontaje de las piezas del monasterio segoviano fue laborioso y Hearst nunca llegó a ver su adquisición montada en Miami. Los trabajos finalizaron en agosto de 1954 y se convirtieron las dependencias en un proyecto turístico medieval, aunque como no tuvo éxito hubo de ser cerrado. Finalmente, la diócesis episcopal del sur de Florida se hizo con la propiedad y la transformó en una iglesia.
El viaje del monasterio segoviano es uno de los episodios más curiosos del patrimonio español: un pedazo de la Edad Media trasladado al Nuevo Mundo. Hoy, el Monasterio de Santa María la Real de Sacramenia sigue dividido entre dos contnentes: una parte permanece en silencio entre los campos segovianos y otra renace, a miles de kilómetros, bajo el sol de Florida.










