Un regreso y una novedad con dos cualidades similares: talento y juventud. Así se pueden definir las dos incorporaciones confirmadas por el BM Nava en las últimas horas. Por un lado, el regreso de Pablo Herranz que era un secreto a voces en La Nava, y por otro la incorporación del madrileño Mario Nevado.
Pablo Herranz regresa a La Nava «más maduro»
El navero Pablo Herranz, que ha estado cedido en el Villa de Aranda durante una temporada y media, vuelve al equipo «más maduro y más seguro de mí mismo», reconoce él mismo en la web oficial del club navero. «Estar en mi pueblo, con mi gente, con la afición. Para mí es un sueño», añade. Pablo espera una temporada «tranquila, bonita. Que no se decida todo al principio o se tenga que decir todo al final. Esperemos que sea una temporada llevadera y, sobre todo, que seamos todos un equipo», concluye el navero.
El pivote de Nava de la Asunción se marchó cedido en febrero de 2022 al Villa de Aranda y y esta temporada ha anotado 47 goles con el equipo burgalés.
Con tan solo 20 años, el jugador de 1,94 de estatura ha participado en varias concentraciones de los Hispanos Juveniles y también, recientemente, en los Hispanos Junior. Además, ha vestido en varias ocasiones la camiseta de la selección de Castilla y León. Formado en el Balonmano Nava desde prebenjamín, el segoviano dio el salto definitivo al primer equipo en el año 2020, en la segunda temporada del club en la Liga Asobal.
Mario Nevado, polivalencia y juventud
El primera línea madrileño de 20 años y 191 cm de estatura, Mario Nevado, firma para las dos próximas temporadas con el club navero y viene procedente del BM Alcobendas donde ha anotado más de un centenar de goles este curso en el mismo grupo que el BM Nava.
«Tanto en ataque como en defensa doy el 100% todos los días y eso creo que es lo más importante cuando eres joven. Aún me queda mucho por aprender y estoy seguro de que en Nava lo haré», declara en la web oficial del club. «Es un club que hace las cosas muy bien, es un salto importante en mi carrera y todo el mundo me habló bien tanto del club como del pueblo», explica.
Fue su padre el que inició tanto a su hermano como a él en el mundo del balonmano y empezó a jugar desde muy pequeño en el Club Balonmano Concepción, el equipo de su barrio. Más tarde, en infantil, se marchó al Balonmano Alcobendas, donde ha estado durante nueve años (tres de ellos en la División de Honor Plata). También ha sido convocado en alguna ocasión con los Hispanos Juveniles y los Hispanos Junior.