A pesar de llevar más de 100 años realizando el trayecto que une Segovia y Madrid, no ha sido hasta el año pasado cuando hemos podido ver la primera mujer conductora de autobuses en La Sepulvedana. Los que viajan junto a ella, le describen como una mujer «extremadamente agradable, con una sonrisa que contagia y con unas dotes de conducción extraordinarias».

Marta Berzal Calvo, segoviana de 32 años, lleva desde el año 2016 subiéndose a los autobuses de la empresa para realizar el trayecto entre las dos capitales, Segovia-La Granja de San Ildefonso o trayectos escolares, entre otros. La «vitalidad que derrocha», «su enorme sonrisa» o su «facilidad para atender a nuestras demandas», señalan otros viajeros, le aseguran una larga trayectoria en el sector. Y le avalan la opinión de los verdaderos protagonistas de los viajes en autobús, sus pasajeros.

Aunque lo cierto es que la incertidumbre se cierne sobre la concesión que La Sepulvedana mantiene en el trayecto desde la capital del Acueducto a Madrid. A falta de que el Ministerio de Fomento resuelva el concurso, la empresa prefiere no pronunciarse al respecto, por lo que poco puede contar la verdadera protagonista de esta entrevista. Hablamos con ella:

Marta, eres la primera mujer conductora de la flota que La Sepulvedana dispone en su trayecto Madrid-Segovia desde que tiene la concesión de dicho tramo hace casi 100 años. ¿Cómo se siente una al ostentar ese puesto?

Me siento  muy orgullosa y feliz de ser la primera. En una profesión con tanto sesgo de género como ésta, la contratación femenina siempre es una buena noticia.

¿Cuáles fueron las principales impresiones de los usuarios al ver por primera vez a una conductora? ¿Les chocó, acostumbrados a ver hombres?

“¡Una mujer, qué bien, qué valiente!”  (Risas). Sí, les chocó bastante, aunque muchos de los usuarios me daban ánimos al subir o al bajar del autocar.

Excepto otra mujer más que actualmente también forma parte de la flota de la empresa, el resto de compañeros son hombres. ¿Cómo fue la incorporación con ellos a su puesto de trabajo? ¿Y en la actualidad?

La verdad es que siempre ha sido excelente. Desde el primer momento me sentí arropada y tranquila, porque siempre han estado dispuestos a ayudarme como a cualquier otro compañero. En la actualidad siguen estando cuando les necesito.  ¡Son fantásticos!


Hemos escuchado infinidad de comentarios positivos no solo a su labor como buena conductora de la flota, sino que además también a su carácter, cercanía y complicidad con los usuarios. En este sentido, ¿cree que influye el hecho de ser mujer? ¿Le trasladan estos halagos sus viajeros?

No, creo que eso va más bien con el carácter de cada uno. Yo soy una persona alegre, y creo que la amabilidad no está reñida con la profesionalidad. Y sí, casi todos los días me dan muestras de cariño.       

¿Se ha sentido incómoda en algún momento por parte de algún usuario al conducir el autobús y ser mujer?

Por desgracia, sí. No a todos los pasajeros les hace gracia que lleve el autobús una mujer, sobre todo a las personas que son un poco más mayores.
Pero, al fin y al cabo, son comentarios del día a día, y aprendes a vivir con ello. También es normal que les pase, supongo,  ya que llevan toda la vida viajando con conductores varones.

¿Fue fácil conseguir entrar en la empresa? ¿Considera que existe una promoción igualitaria entre hombres y mujeres?

No fue fácil, pero no por una cuestión de género, sino sobre todo debido a los nervios durante la prueba de acceso, que siempre traicionan.

Sí que pienso que existe una promoción igualitaria entre hombres y mujeres en la empresa. Se nos trata a todos por igual, y existe un Plan de Igualdad que ayuda a que no haya diferencias por tema de género.

En otras de las bases que tiene la empresa en España también hay varias mujeres conductoras, y sabemos del compromiso que La Sepulvedana tiene contraído con la igualdad de oportunidades y la no discriminación, compromiso del que continuamente se nos hace partícipes.

¿Qué aconsejaría a otras mujeres que desean conseguir un puesto como el suyo? ¿Cree que lo tienen fácil?

Que estén  muy seguras de querer dedicarse a esto. Creo que hoy en día no hay nada fácil, pero todo es cuestión de empeño y dedicación. Con ganas, se puede conseguir cualquier objetivo y romper con los estereotipos de género está en nuestras manos. Cada vez somos más las mujeres que decidimos dedicarnos a trabajos que históricamente están considerados como masculinos, y confío en que pronto esto se acabe normalizando.

¿La ha surgido algún tipo de anécdota que le gustase compartir con nosotros?

Pues hay una que recuerdo con mucho cariño. Fue al  llegar a la estación, una de las primeras veces que conducía con La Sepulvedana. Una señora se me acercó y me dijo que estaba esperándome. Solo quería verme con sus propios ojos y asegurarse de que era cierto lo que le habían contado. ¡Una mujer conduciendo un autocar de La Sepulvedana! 

Su marido fue conductor de la empresa toda su vida y ya estaba jubilado. Me dio un montón de besos y me deseó mucha suerte.