La autopsia practicada al hombre de 45 años que apareció muerto ayer en una piscina comunitaria de Los Ángeles de San Rafael (El Espinar, Segovia), maniatado y con una mochila llena de piedras en la espalda, revela la ausencia de signos de violencia. La Guardia Civil, por tanto, baraja ya la hipótesis de una “muerte voluntaria”, según informó a Ical la Subdelegación del Gobierno.
El fallecido, identificado como A. G., natural de Polonia y vecino del mismo complejo residencial, fue hallado sobre las 11 de la mañana de ayer por un empleado de mantenimiento de la piscina, que dio el aviso al Servicio de Emergencias 112. Hasta allí se desplazó la Guardia Civil, que requirió la asistencia de los bomberos para sacar el cuerpo de la piscina; también acudió un médico de Atención Primaria, aunque sólo pudo certificar el fallecimiento.
Fuentes del Parque de Bomberos de Segovia informaron de las condiciones en que fue hallado el cadáver, “maniatado y con un contrapeso”; en concreto, la Subdelegación del Gobierno precisó que tenía las manos atadas con unas bridas de plástico y una mochilla llena de piedras en la espalda. Pero la Guardia Civil, tras conocer los resultados de la autopsia, “descarta la participación de segundas o terceras personas” y apunta al suicidio, si bien el caso está ya en manos del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Segovia.