La Feria de Usos y Costumbres de Navalmanzano celebra el próximo sábado 1 de agosto alcanzará su decimocuarta edición. La localidad se trasladará esa jornada a partir de las siete de la tarde hasta principios del siglo XX, justo antes de que se produjera la mecanización del campo. Un centenar de vecinos participará en la recreación de diversos oficios y estampas típicas del pueblo de aquel entonces, de los que podrán disfrutar los alrededor de 1.200 empadronados y unos 2.000 habitantes con los que cuenta la localidad en verano, más los muchos visitantes que se acercan hasta allí para disfrutar de la fiesta.
A la celebración se han sumado en los últimos años muchos jóvenes, pues algunos de los mayores que la iniciaron ya no pueden participar y aunque el Ayuntamiento se encarga de coordinar las diferentes escenas, como la fiesta depende de la participación de los vecinos hasta última hora es difícil señalar con exactitud cuántos oficios se representarán y es posible que «a última hora haya alguna sorpresa» apuntan desde la organización.
La Casa del Labrador
La recreación se iniciará a las siete de la tarde y terminará cuando se ponga el sol. Como complementos a la actividad, los asistentes podrán disfrutar a partir de las 21.00 horas de la actuación del Hombre Folkibero, dentro del programa de los Segadores de la Diputación; y visitar la Casa del Labrador, propiedad de Félix Otero.
La Casa del Labrador recoge todos los utensilios de las antiguas cocinas de Navalmanzano y todos los aperos de Labranza. A Otero le gustaría poderlo exponer en mejores condiciones, pero solo tiene una nave que no está techada, y «aunque las cosas no se mojan, hay mucha humedad, por lo que hay que limpiarlas continuamente». Otero atiende habitualmente a todos los que quieren visitar su pequeño museo, incluidos grupos escolares, lo que les permite disfrutar de objetos tan curiosos como un bozal para destetar a los terneros, una tarja para comprar el pan o el cartel que se colocaba en las casas desde 1828 para saber que estaba asegurada. Félix se ha encargado de restaurar todos los objetos que acoge su Casa y que le gustaría poder exponer en una nave más amplia de unos 400 metros. «En aquella época se vivía peor que ahora, pero se vivía feliz», apuntó
Los visitantes podrán ver desde el rodillo de la abuelas (la lavadora actual), a la hoz (la cosechadora) o el trigo candeal que se usaba en aquella época.
Foto: Imagen de una edición anterior de la Feria de usos y costumbres de Navalmanzano/ navalmanzano.com