En octubre de 2020, en plena crisis sanitaria y con una imperiosa necesidad de reír, la compañía burgalesa Morfeo Teatro puso los huevos sobre la mesa y brindó al público segoviano una brillante interpretación de la obra de Eugène Ionesco ‘La sumisión y el porvenir está en los huevos’, que desató las carcajadas en el patio de butacas del Teatro Juan Bravo de la Diputación. Antes, ya habían conseguido a sus primeros seguidores segovianos rindiendo homenaje al mundo de la interpretación con ‘Cómicos, a donde el viento nos lleve’, y mañana viernes, 5 de mayo, a partir de las 20:30 horas, esperan poder seguir incrementando su cuota de público segoviano con un divertido montaje que lleva por título ‘Strip-tease’, en el que, una vez más, no dejarán a la risa sin su correspondiente reflexión.
Dirigida por Mayte Bona y Patricia Díez-Labin, la obra, una versión de Francisco Negro sobre la comedia del absurdo de Slawomir Mrozek, pone sobre el escenario a dos personajes que responden a los nombres de Señor A y Señor B. Con el fin de hacer reflexionar a los espectadores sobre la libertad, Morfeo Teatro empuja a estos dos señores, hombres corrientes de mediana edad, a una claustrofóbica habitación en la que todo lo que pueden hacer es discutir, tratando de entender la razón que los ha llevado a un sitio tan desconcertante.
El surrealismo de la situación hace que, de pronto, una mano mandona aparezca por la puerta y, a través de gestos, comience a darles órdenes amenazantes para que se desnuden. Así, e intuyendo que detrás de la mano está la figura de alguien con el poder de controlar todos sus movimientos y castigarles si no obedecen, llevándolos, si es preciso, hasta la muerte, ambos protagonistas comienzan a desnudarse, al tiempo que van urdiendo un plan para escapar; si no de la habitación, al menos del humillante striptease.
Con una buena dosis de humor ácido y negro, mezclado con despotismo, egoísmo, empatía, inteligencia, mediocridad, sumisión, miedo y mucha manipulación, ‘Strip-tease’ busca provocar una risa constante en el espectador, sin hacerle perder la perspectiva de que, en el fondo, la obra habla de su propia libertad y de su propia autocensura.
Las entradas para ver a Francisco Negro y Felipe Santiago en acción, tratando de evitar quedarse completamente desnudos y desdecir la máxima del montaje, que asegura que “no importa que creas que controlas, al final acabarás en bolas”, pueden adquirirse tanto en taquilla como en Tickentradas por precios que van, desde los 8 euros hasta los 14 euros, dependiendo de la edad de los espectadores y de su ubicación en la sala.