El secretario de Estado de Medio Ambiente espera tener resuelto el problema antes de que se genere.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha destacado hoy “la coordinación y agrupación de esfuerzos” en términos de inversión por parte de todas las administraciones responsables para evitar que, este otoño, las trombas de agua se conviertan en un problema en la cantidad y calidad del suministro de agua a la población en los núcleos afectados, tras el incendio en la Sierra de Guadarrama. Morán acudió, en el Ceneam de Valsaín (Segovia) a la reunión de la Comisión Gestora de las Reservas de la Biosfera de España.

Hugo Morán señaló que existe “una total coordinación” con la Junta de Castilla y León, con un proceso “de intercambio de información permanente” que, en este caso concreto, va más allá de las competencias de Parques Nacionales y de la Comunidad Autónoma para dar “entrada a la Confederación Hidrográfica del Duero” que también tiene que actuar porque se trata de dominio público. Morán sostuvo que su objetivo es tener la capacidad de “dar una respuesta adecuada en el menor plazo de tiempo posible”.

El secretario de Estado de Medio Ambiente explicó que este miércoles han estado evaluando, de cara de cara a la inmediatez que supone la llegada del otoño, que las fuentes principales de abastecimiento a los núcleos de población del entorno “dependen de la calidad de esos suelos” de la sierra de Guadarrama, donde se han iniciado las tareas de restauración de uno de los arroyos y la existencia de otro arroyo donde sí hay algún problema “precisamente por no haber comenzado estas tareas”.

Hugo Morán insistió en que el Ministerio de Transición Ecológica es «plenamente» consciente de la implicación de la Junta, que tiene «muy adelantados sus procesos de acción”, por lo que confió “razonablemente” en tener resuelto el problema antes de que se genere porque es evidente que los ayuntamientos tienen una preocupación que “no es menor” porque afecta a algo “básico” como es el suministro de agua y la calidad de esas aguas.

El objetivo de todas las administraciones, concluyó, es evitar que las trombas de agua, que “se van a producir sí o sí”, en los próximos meses, en los terrenos afectados por el incendio de la Sierra de Guadarrama, se conviertan un problema que afecte a la cantidad y la calidad del suministro o a la población.