La ‘Misión rescate’ para la villa romana de Santa Lucía comenzó a finales de la década de los 60 del pasado siglo XX.
Fue entonces cuando los niños del colegio del pueblo segoviano de Aguilafuente, con su maestro Don José Martín, se apuntaron al programa para descubrir esta riqueza.
Así, comenzaron a excavar en el paraje de Santa Lucía. Allí, “100 años antes ya habían encontrado unos mosaicos”, recuerda la responsable del Aula Arqueológica de Aguilafuente, Silvia Olmos.
Aula Arqueológica de Aguilafuente
El Aula Arqueológica de Aguilafuente abrió sus puertas el 26 de octubre de 2001, motivado por los mosaicos de la Villa romana de Santa Lucía “una villa que se excava entre 1968 y 1972”, con el programa ‘Misión rescate’ que daba a conocer el patrimonio olvidado de los pueblos.
Los arqueólogos de la Universidad Autónoma de Madrid Vicente Viñas y Rosario Lucas dirigieron los trabajos de excavación.
Fruto de ellos, aparecieron en diferentes zonas diversos mosaicos.
En aquel momento, decidieron arrancar los mosaicos para llevarlos a Aguilafuente, en una época en el que el turismo cultural en España “está en pleno desarrollo”. De ese modo, nació la idea de crear un museo para albergarlos, según explica Olmos.
Esta idea se trabaja desde 1969 pero, por diferentes circunstancias, no prospera, hasta que se fijaron en la antigua iglesia de San Juan que, entonces, estaba en manos privadas y un estado ruinoso.
En ese momento, en 1982, el Ayuntamiento de la localidad empieza a tomar acciones, hasta que consiguen la compra y la rehabilitación del edificio ya por los años 90.
Una vez conseguida su musealización, se organiza dentro de un programa de Aulas Arqueológicas de la Junta de Castilla y León, que empieza a funcionar en 2001.
Profundo espíritu pedagógico
El Aula Arqueológica, según detalla su responsable, nació con el espíritu didáctico de albergar y dar a conocer el patrimonio de la localidad de Aguilafuente.
A día de hoy, ese espíritu “está más vivo que nunca”.
El empeño pedagógico “sigue muy presente” con un programa educativo “potente” que entra en contacto con los colegios de las localidades vecinas.
“Vamos un poco más allá, sin quedarnos en el yacimiento, los mosaicos y la cultura romana”, recalca Olmos. “Nuestro máximo empeño dar a conocer todos los recursos con los que cuenta Aguilafuente para que sean valorados y preservados” y poder legarlos a generaciones futuras.
Así, el Aula Arqueológica de Aguilafuente no sólamente se ha convertido en el lugar donde se albergan esos mosaicos de la Villa romana de Santa Lucía, sino que también acoge la enseñanza del significado de los mosaicos, además de ser centro de interpretación de la Villa romana “tenemos una faceta muy pedagógica y didáctica para que se conozca la villa romana, la cultura en esta época en el medio rural y enseñar la técnica y el trabajo de los mosaicos” que llegan de diferentes zonas para representar la jerarquía que tendría cada espacio en una villa romana.