La Consejería de Fomento y Medio Ambiente plantará en esta legislatura más de 20 millones de árboles para luchar contra el calentamiento global, lo que significa actual en alrededor de 15.000 hectáreas, una medida que se desarrollará en el marco del Plan de Acción Forestal frente al Cambio Climático y que contribuirá a que España “cumpla con más facilidad los compromisos de bajas emisiones de CO2”, tal y como anunció el titular del departamento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en declaraciones a la Agencia Ical.

El consejero avanzó que el esperado anteproyecto de ley contra el Cambio Climático se llevará a Consejo de Gobierno en las próximas semanas y, posteriormente, deberá ser ratificado por el Parlamento autonómico. Esta norma formaría parte del decálogo aprobado en 2020 con medidas para luchar contra el cambio climático. “No son declaraciones generales, son compromisos”, sentenció Suárez-Quiñones, y que entre otros, habla de mantener el liderazgo en energías renovables, avanzar en biomasa, en el que se priorizará, junto a ayuntamientos otras entidades locales, el aprovechamiento del roble y maleza, que “son recursos para vender a industrias como Forestalia, que necesita más de 340.000 toneladas de biomasa”.

En este sentido, destacó el plan en los edificios de la Junta con red de calor, un “camino que se sigue extendiendo y fomentando en el sector privado”. También citó la apuesta por los vehículos eléctricos y etiqueta ECO, junto a proyectos europeos de transporte público eléctrico e híbridos.

En cuanto a la Estrategia de la Calidad del Aire, sobre la que se trabaja desde hace meses, es “una reclamación política” por la que incluso la Consejería ha debido responder en los tribunales, y destacó que se elabora por el “único contaminante que hay en Castilla y León, que es el ozono”. “Lo hacemos dentro de lo que podemos hacer en nuestras competencias, porque es un contaminante secundario y se forma de manera extraña, sin necesidad de que haya industria”, sostuvo el consejero, quien pidió que los planes por ozono sean de carácter nacional, tal y como lo ha defendido la Unión Europea. No obstante, admitió que el “conocimiento es todavía escaso” al respecto.

Suárez-Quiñones vaticinó que se presentará la Estrategia de Economía Circular y se avanzará en política de residuos. En este contexto, admitió que en algunos “hay que acelerar,” como los envases ligeros. “En el resto estamos bien, pero también mal en la fracción orgánica de residuos”, incidió. En este punto, señaló que la Junta ha presentado proyectos de este tipo a los Fondos de Recuperación y Resiliencia, “que conlleva bastantes inversiones”. Por último, explicó que se impulsarán “experiencias de compostaje doméstico, porque no tiene sentido que un camión de basura contamine más yendo a un pueblo pequeño que el beneficio que va a recoger”.

Por último, el consejero señaló que Castilla y León “hace ver al Gobierno” su peso en materia de protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático para que ello se tenga en cuenta a la hora de repartir los fondos, tanto de los de Recuperación y Resiliencia como otros más generalistas. “Somos el pulmón de España y se lo explicamos constantemente al Gobierno”, expuso el titular de la Consejería verde quien, como ejemplo, recordó que en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente de hace dos semanas, en uno de los fondos que se repartió para la mejora de la biodiversidad la Comunidad obtuvo la mejor calificación, por los que logró 128 millones de euros, la cifra más alta de las autonomías. Este coeficiente es gracias a la superficie forestal y de Red Natura 2000, que “da idea de nuestra posición que hace que en la distribución de fondos seamos la primera Comunidad”.