El alcalde de Segovia José Mazarías exige lealtad institucional a la portavoz socialista y ex alcaldesa de Segovia, Clara Martín.
El Grupo de concejales populares en el Ayuntamiento de Segovia ha reclamado a la oposición municipal «que mantengan la lealtad institucional y trabajen en beneficio de la ciudad en lugar de hacerlo como correveidiles de su partido o del Gobierno de España».
Los ediles del equipo de Gobierno se muestran «sorprendidos» ante la actitud de la socialista, Clara Martín. Lamentan que «en los últimos días ha asegurado mantener reuniones en el Ministerio de Vivienda para “traer tareas” al alcalde, José Mazarías, y después ha actuado como vocera de la ministra de Educación, Pilar Alegría, para asegurar que el departamento mantiene su intención de instalar el Centro de Alto Rendimiento de Formación Profesional (Citar) en Segovia, pese a que el propio Ministerio no ha hecho una sola referencia oficial a ese proyecto tras la reunión de la ministra con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco».
Por ello, apuntan los populares «si la socialista puede ayudar al desarrollo de proyectos en la ciudad, su obligación es ir de la mano del Gobierno de la ciudad en lugar de actuar como portavoz del Gobierno de España estableciendo trabas en lugar de allanar el camino».
En este sentido, recuerdan que, en el anterior mandato, siendo el actual alcalde, José Mazarías, delegado territorial de la Junta fue el popular el que facilitó la reunión de la que entonces era regidora con el presidente de la Junta y la llevó de la mano al despacho de Fernández Mañueco e incluso participó en aquel encuentro buscando el beneficio de Segovia. “Este es el ejemplo de lealtad institucional y defensa de los votantes segovianos que hay que exigir de los representantes políticos locales”, insisten.
Los concejales se preguntan si cuando Martín se reúne con miembros del ejecutivo central lo está haciendo en calidad de representante de la oposición municipal para lograr avances para la ciudad o se trata de meros encuentros entre correligionarios políticos en los que priman los intereses de partido sobre lo de la institución a la que representa.